Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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martes, 3 de marzo de 2020

Banana Fish, Akimi Yoshida | Reseña

Sinopsis: Situado en el Nueva York de los años ochenta, Banana Fish sigue el porvenir de Ash Lynx, un delincuente juvenil y líder de una banda que se dedica a hacer trabajos para la mafia. Con tan solo 17 años, a Ash no le tiembla el pulso para disparar. Es duro, inteligente y con recursos. Sin embargo, la aparición de los rumores de Banana Fish harán que su vida cambie de rumbo. ¿Es una organización secreta? ¿Una persona? ¿Un alias? Tanto la policía como el jefe de la mafia para la que Ash trabaja tienen un gran interés por descubrir de qué se trata. También Ash, puesto que descubre una relación entre este misterioso nombre y su hermano.

Esta entrada, como todas las que he estado publicado, llevaba pendiente un tiempo (terminé de leer el manga el diciembre) y me estoy aprovechando de que Panini México acaba de anunciar que traerá Banana Fish este año en 10 tomos (o sea, van a ser 2 en 1) para invitarlos a que se sumerjan en esta depresión y tristeza colectiva que se llama Banana Fish. Nota: no estoy mintiendo cuando digo lo de la tristeza. Es un fandom que se la vive nadando en sus lágrimas, especialmente desde que adaptaron el anime. (Más advertencias conforme avance la reseña).

Bueno, empecé a ver Banana Fish el año pasado porque contraté Amazon Prime para ver American Gods (adivinen quien ni siquiera vio cinco capítulos de American Gods) y Good Omens (que amo) y me lo encontré de casualidad. Llevaba tiempo queriendo verlo porque había visto cosas (en general posts sobre lo triste que era) en la red sobre esta serie y lo vi. No sabía nada de la historia, sólo que tenía que ver con crimen (oh, boy) y dos chicos, uno de los cuales era japonés (oh, boy). Es mucho más terrorífico que una historia de crimen sobre las pandillas de Nueva York. Especialmente cuando lo ves de tirón, acabas triste, empiezas a leer Esclavas del poder de Lydia Cacho (más sobre esto más adelante) y lees el manga al mismo tiempo. Probablemente ese tren de actividades fue de mis peores decisiones de 2019.

Promocional del anime de Banana Fish

¿Más sobre eso? Muy bien, quiero empezar contándoles que Banana Fish es una historia muy violenta. Ya he abordado el tema de cómo narramos la violencia en el blog cuando hablé de Tokyo Ghoul (les recomiendo mucho checar la entrada) pero eso se centrada sobre todo en el exceso de ketchup que tiene ese manga (no he visto el anime, nunca lo voy a ver, es una cosa terrible). En cambio (y acá va mi advertencia más grande), Banana Fish tiene un montón de violencia sexual. En diferentes reseñas he hablado de cómo odio cuando la violencia sexual es usada en la ficción como un recurso burdo para hacer pasar a personajes femeninos por momentos traumáticos o hacer que personajes masculinos sientan deseos de vengarse porque mancillaron el honor (ugh) de una mujer y esa clase de cosas. Y como nunca, jamás, pero jamás, se habla de las consecuencias. Se corre un tupido velo y listo. El momento traumante pasó, la mujer puede evolucionar y volverse una badass de la nada. Banana Fish es ese manga que te obliga a ver las consecuencias, nunca te muestra nada gráfico (ni alimenta el morbo de nadie) y pinta todo esto como lo horrible que en verdad es. Todas las situaciones podrán ser sólo ficción en la historia, pero Akimi Yoshida no se inventó nada. Quizá lo más horrible de todo es saber que, en un lugar del mundo, todo esto pasa. No me voy a meter en detalles, pero sí quiero que vayan advertidos del tema.  

Ya redactada mi advertencia, vamos a hablar de la historia, de los personajes y de por qué les recomiendo leerlo (o verlo, es una adaptación muy fiel..., o los dos, como hice yo). Los protagonistas son Ash Lynx, un adolescente norteamericano que es el líder de una pandilla en Nueva York con ataduras a la mafia de las que quiere liberarse cueste lo que cueste y Eiji Okumura, un adolescente japonés que acompaña a un periodista para hacer algunas fotografías. Sus historias se entrelazan cuando secuestran a Eiji por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado y Ash acude a rescatarlo (y el que acaba rescatándolo es Eiji, pero ajá). Ambos personajes son de mundos muy diferentes: desde sus experiencias pasadas hasta las diferencias culturales marcan las diferencias entre ellos. Y es con ellos dos (y todo un set de secundarios muy interesantes) que Akimi Yoshida construyó una historia como esta. Todo se revuelve entorno al misterio de qué es (o quién es) Banana Fish, pues hay gente muy poderosa detrás de ello, dispuesta a todo para conseguir lo que sea que es.

Comparativa entre el anime y el manga de Banana Fish
Comparativa manga y anime

Dato curioso es que este manga fue categorizado como shojo por la revista en la que fue publicado originalmente y la demografía a la que se dirigía. A mí nunca me pareció extraño (o sea, no leo mucho shojo de sólo romance porque no es mi interés, ajá, pero esto era crimen, suspense, amistad, amor...) pero ahora que lo licenció Panini en México y lo anunció como shojo crimen (que es una descripción bastante accurate de lo que van a leer en el este manga) vi muchas respuestas del corte de cómo un shojo podía ser crimen o no ser rosa o etcétera, etcétera, etcétera. Mis ojos se quedaron en blanco para siempre, se los juro. La cosa es que finalmente shojo, shonen, josei, seinen son sólo demográficos de cuál es el público objetivo que cada cosa y sí, es obvio que hay temas que se repiten hasta la saciedad, pero creer que como el shojo está dirigido a chicas (que ya sabemos que no sólo lo leen mujeres jóvenes, pero again, demográficos) no significa que todas las historias sean cliché de novela rosa. Es más, ni siquiera todos los que sí son románticos románticos tienen por qué ser cliché de novela rosa. Dicho eso, Banana Fish es una historia cruda y muy triste, pero que, como ya mencioné arriba, no se enfoca nunca en el morbo.

Ash y Eiji, Banana Fish
Ash y Eiji

Además, si les entra la curiosidad, creo que también Banana Fish es un buen reflejo de cómo los japoneses de los noventa percibían a los Estados Unidos y a los americanos. Cuando lo estaba leyendo yo y mi esposa lo estaba viendo lo comentábamos porque nos parecía llamativo y sí, cuando lo busqué, el cómo estaban retratados la mayoría de los personajes extranjeros (o sea, casi todos), tenía mucho que ver con la percepción de los japoneses sobre los americanos. Muy interesante de analizar si les interesan esos temas.
 
Bueno, yo ya no tengo mucho más que decir. Sólo decirles que aprovechen ahora que Panini los va a traer a México porque la verdad es que hace años leí una reseña medio vieja que consideraba casi imposible que licenciaran esta serie (y nunca la leí). Luego MAPPA sacó el anime (thanks god es una excelente adaptación) que ahora pueden ver en Amazon Prime y yo seguí sin verlo o leerlo hasta el año pasado. Y justo ahora los licenciaron, así que por aquí aparecí yo a decirles que aprovechen y lo lean. Yo lo leí en inglés, lo pueden encontrar en internet fácilmente si ese es su caso (mi única advertencia es que tengan paciencia porque en inglés suelen estar los escaneos de las primeras ediciones de Viz y la primera mitad de los tomos está publicado en espejo, o sea, formato occidental, que se lee de izquierda a derecha... y a la mitad decidieron cambiar a saber por qué). Así que eso es todo, se los recomiendo (esta última repetición es por si las 400 pasadas no quedaron claras).

Ash Lynx
My job here is done

lunes, 6 de enero de 2020

Oscars Literarios (IX)

¡Por fin una entrada que sé que muchos estaban esperando y que ya es toda una tradición en el blog! Empecé a publicar mis mejores lecturas a modo de Óscares porque un amigo de hace mucho hizo una especie de Booktag con el formato y me gustó tanto que se lo pedí prestado y lo adopté para esto. Este es el noveno año al hilo que lo hago. ¡Ya son tantos! Ya por fin empecé a creérmela. 
  
    
Pero bueno, vamos a hablar de mi año lector. Leí más o menos setenta y tantos libros más doscientos y tantos tomos de manga y compilados de cómic y novelas gráficas (las cifras exactas están en el recuento anual). Fuera de que como ya vieron en el top ten que le dediqué al comic y al manga, considero que el año fue un año bastante mediocre en cuanto a lecturas de otro estilo. Hubo unos cuantos puntazos y libros que me gustaron mucho, y no lo sentí tanto hasta que intenté llegar este top y me costó trabajo como no tienen idea. A pesar de todo, todos los libros recomendados aquí (son más de diez) son de una excelente calidad y se los recomiendo todos. ¿Listos?

Mejor trama

 
 
Definitivamente Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor. Es una historia de fantasía un poco híbrido con la ciencia ficción que acontece en Sudán en el futuro y sigue las aventuras de Onyesonwu, una joven con poderes mágicos. La trama del libro está inspirada en el conflicto de Darfur, donde muchas mujeres negras fueron violadas (por árabes) para hacer una "limpieza racial": que sus hijos fueran más claros. Esto se aborda varias veces en el libro, además de que habla de la ablación (y de cómo es una practica tan interiorizada que muchas mujeres la perpetúan después con las jóvenes porque creen que de esa manera las protegen) y, en cierto sentido, sigue un poco el viaje del héroe. No les cuento más, puesto que pueden ver los detalles en la reseña de la que ya les puse el link.

Mejor escritora



Este año elegí a Meena Kandasamy después de haber leído Cuando te golpeo, una novela sobre una joven escritora que vive violencia en su matrimonio. Me pareció un libro magistral. Lo leí casi entero en un vuelo de la Ciudad de México a Mérida (no entero porque no es tan corto como para acabarlo en ese rato) y me sorprendió. Hablaba mucho del lenguaje, porque, ambientado al sur de la India, era una mezcla de tres lenguas diferentes, y de cómo nuestra manera de hablar afecta nuestra manera de ver el mundo. También aborda la violencia que se da de puertas para adentro por parte de hombres supuestamente revolucionarios (y digo supuestamente, porque eso nunca puede ser permitido). No quiero contarles más porque ya les conté del libro con más detalle en la reseña y me estoy conteniendo para no aburrirlos.

Mejor protagonista femenina


 
Quiero que Persephone me empotré. No quiero darles muchos detalles sobre ella porque todo es un potencial spoiler cuando hablamos de The Wicked + The Divine de Kieron Gillien y Jamie McKelvie, así que sólo quiero decir que me fascinó desde el primer cuadro en el que la vi. La serie de The Wicked + The Divine, toda, completa, juega mucho con las referencias a muchas versiones de Perséfone, especialmente esas tan antiguas donde no es raptada por Hades, sino que llega al inframundo por su propio pie y sólo vuelve porque le ruegan que lo haga para que Demeter deje de sumirlos a todos en el invierno. Así es cómo se gana el nombre de Perséfone, aquella que destruye, she who destroys. En fin, les cuento eso para no contarles el cómic, pero los invito a leerlo. 

Mejor protagonista masculino


 
Es Ash Lynx, Banana Fish de Akimi Yoshida. Estas dos categorias se las llevaron cómic y manga porque no pude pensar en nada mejor que estos dos personajes, en serio. La manera en que Akimi Yoshida construyó y creó a Ash es impresionante. (En la palabra resiliencia, del diccionario, está su foto, lo juro). Siempre me preocupa que los personajes estén definidos por su tragedia únicamente y Ash es un personaje que, al momento de inicio del manga, tiene mucha carga trágica; pero eso no es lo único que lo define. Ya desde el primer volumen se admira su lealtad, la manera en que protege a los suyos, a aquellos que le importan y el manga explora muchas de sus facetas. Así que, bueno, ya se los recomendé, pero si quieren llorar, lean (y vean) Banana Fish.

Mejor cómic

  
  
Bueno, aquí va la avalancha de cómics, mangas (les juro que luego hay variedad de lecturas). Aquí elegí Doom Patrol (porque The Wicked + The Divine quedó arriba y no quiero repetir, sino que quiero recomendar la mayor cantidad posible de lecturas). En este caso, quiero resaltar especialmente el run de Grant Morrison. Los tomos que escribió para esta serie son maravillosos, Crazy Jane, un personaje de su creación, me encanta y me gusta mucho cómo habla de estos héroes que lo son casi por accidente. No me voy a cansar de decirlo, pero el arco argumental de La pintura que se comió París es de los mejores que he leído en mi vida en cuestión de narración gráfica. Más detalles los pueden consultar en la reseña, claro.

Mejor manga


 
Bueno, si leyeron el top ten pues esta categoría no es ninguna sorpresa así que voy a tratar de ser lo más breve posible: es Fullmetal Alchemist de Hiromu Arakawa. La historia de Edward y Alphone Elric me llegó al corazón y me parece uno de los mejores shonen de la historia, punto pelota. Además es una serie que siento que tiene un final perfecto. No es apresurado, no deja cabos sueltos, no se alarga de manera innecesaria, le hace justicia a todos los personajes. Les recomiendo leerlo, incluso si no leen manga. Ya no sigo porque ya los atosigué muchísimo con esta serie todo el año y seguro ya les cayó el veinte de que lo recomiendo.

Mejor libro o álbum ilustrado



Este año sí elegí un libro ilustrado y no un álbum y se trata de El velo de Helena de María García Esperón, ilustrado por Claudia Navarro. Lo publica El naranjo (cosa que dejaré caer como si nada). Es un retelling de La Iliada de Homero desde el punto de vista de Helena, reina de Esparta y princesa de Troya. Me fascinó. Tengo la reseña empezada y este mes la van a leer, pero por lo pronto les puedo adelantar que hay un pedazo donde habla de amor (específicamente del enamoramiento) que me fascinó muchísimo. Por otro lado, las ilustraciones de Claudia Navarro complementen muy bien el libro y son perfectas para la historia que está narrando Helena. Me gustó muchísimo así que pueden leerlo, lo recomiendo muchísimo.

Mejor personaje secundario masculino 



Aquí quiero reconocer especialmente a Seido Takizawa de Tokyo Ghoul (y Tokyo Ghoul:re), del mangaka Sui Ishida. Al principio es un personaje que está casi siempre al fondo de la historia, muy secundario y que no te das cuenta, pero se te mete en la piel. Empieza a cobrar importancia rumbo al final y tiene un capítulo que me impresionó mucho. Sin hacer mucho spoiler de sus circunstancias, es un investigador de ghouls y Ishida le dedica un capítulo entero a su vida diaria donde desea desesperadamente no morir. Se ve enfrentado a la perspectiva de su propia muerte y en todo el capítulo se puede sentir esa desesperación total y ese miedo a la muerte a través de las imágenes que vemos de su rutina. Es uno de los personajes que más sentimiento me dan en Tokyo Ghoul (donde casi todos me caen bien, con excepciones) y creo que merece el reconocimiento. Además de que el manga me encantó.

Mejor personaje secundario femenino

 
 
A ver, Tane, la dragon rider de The priory of the orange tree de Samantha Shannon. La verdad, a pesar uno de los puntos de vista desde los que estaba contados la historia sentí que se quedó sólo en un personaje secundario, pero que tenía mucho potencial y que tiene una historia muy interesante. Además, no quería dejar de reconocer al libro porque, si bien no fue una lectura perfecta, si creo que es una muy buena lectura en fantasía épica escrita por mujeres donde, además, hay una pareja lésbica. No son muchas las mujeres que publican tochos como los señores y este de Samantha Shannon me gustó bastante (aunque sigo preguntándome por qué lo venden usando el éxito de Game of Thrones... capitalismo, debe de ser). Se los recomiendo.  

Mejor libro de no ficción


 
Leí muchísimos este año (esperen en algún futuro, espero cercano, una entrada con recomendaciones de libros de no ficción), pero al que quiero reconocer es a La fosa de agua de Lydiette Carrión, que habla sobre los feminicidios en el Estado de México, las desapariciones de adolescentes en el área de Los Héroes Tecamac (Ecatepec) y los cuerpos que fueron encontrados cuando se dragó el Río de los Remedios. También aborda el caso de El Mili Palafox, que fue muy sonado en el Edomex (y aparentemente en ningún lado porque maldito país centralizado). Aunque es un libro desgarrador creo que es un libro muy necesario para entender lo que está pasando en el Estado de México, y para que por fin, chingado, nos volteen a ver. Se los recomiendo mucho (no sé si esté disponible en bibliotecas, pero si no tienen posibilidades de comprarlo y les interesa, mándenme un mensaje a mi twitter). Les tengo una entrada sobre el libro pendiente.

Mejor libro de literatura infantil y juvenil

 
  
Hubo varios contendientes porque a mí me fascina la LIJ, pero creo que finalmente ganó Gravedad Artificial de M. T. Anderson. Está publicado por el Fondo de Cultura Económica en la colección A través del espejo. No he escrito la reseña (es otra de las que tengo empezadas a ver para cuando), pero lo que les puedo adelantar es que es la clase de ciencia ficción que quiero escribir. Es un libro tremendamente humano y es un libro que critica el hecho de que todo en el mundo se ha vuelto un producto. Todo se compra, se vende y, de repente, no somos más que un perfil de un potencial comprandor. Se los recomiendo muchísimo, M. T. Anderson me cae muy bien.

Mejor antología de cuentos

  
   
Aquí no puedo mencionar otro que no sea La cámara sangrienta de Angela Carter. En esta antología la autora recuperó muchos cuentos clásicos de la literatura y los retomó desde el punto de vista de las mujeres. Los reinventó desde la voz de sus protagonistas. El cuento que le da título al libro es maravilloso. También la reinterpretación de La bella durmiente es una cosa muy hermosa. Por otro lado, debo mencionar que la edición publicada por Sexto piso trae ilustraciones de Alejandra Acosta que son preciosas. No me gustaría extenderme tanto, pero pueden leer la reseña que le hice al libro.

Mejor libro de poesía 

     
  
La lectura del maratón #GuadalupeReinas2019 que sí se metió a mis mejores lecturas del año (lo cual me da tranquilidad, saber que siempre hay algo que leo en ese maratón que me gusta tanto y hace valer la pena los libros malos que me hacen tropezar por el camino) es Comunidad Terapéutica de Iveth Luna Flores. Les juro que nunca había leído poesía como esta (quizá porque tampoco leo tanto, pero bear with me, por favor). Es otro libro que me desgarró por dentro y me hizo pedacitos, pero que les juro que valió la pena cada segundo que pasé leyéndolo. No le he hecho una reseña pero saldrá en las entradas que vienen, puesto que planeo hacer un recuento de mis resultados del maratón con mini reseñas (ya que se termina hoy oficialmente).

Mejor libro


    
Mujer y lucha de clases de Alexandra Kollontai. Sí, es cierto que ya había leído todos los artículos que traía el libro, pero revisitarlo fue toda una experiencia. Estoy convencida de que libros como estos siempre hay que releerlos porque siempre te hacen reflexionar un poco más. En este caso, hice unos apuntes a los que les dediqué una entrada completa y pude articular varias críticas que tenía atoradas sobre diferentes temas. Disfruté muchísimo esta lectura, así que no hay año que no les recomiende yo que lean a Alexandra Kollontai: les juro que no tiene desperdicio.

jueves, 2 de enero de 2020

Top Ten Manga y Cómic 2019

Primero, ¡feliz año nuevo! Segundo es que voy a decepcionarlos y a decirles que no voy a organizar ningún reto literario este año porque fracaso en ellos y, peor, se me olvidan y ni siquiera me entero de ellos (la verdad es que con mi vida y librosb4tipos hay mucho que hacer), así que este año sólo vamos a fracasar en retos ajenos. Bueno, pasados los anuncios, vengo a contarles, como siempre, que el año inicia con lo peor y lo mejor del año pasado. A mí me encantan estas dinámicas porque es una forma de recomendar lecturas (cosa que amo hacer) o recomendar que no leer (en el caso de lo peor). La marca de mi año fue la cantidad de cómics y mangas que leí (221 tomos y compilados, entre todas las series que seguí), así que decidí hacer este top ten (porque reducirlos al formato en el que hago las mejores lecturas era demasiado cruel) para irles adelantando mis favoritos de 2019. ¿Listos?

Me fue muy difícil numerarlos del uno al diez y a partir del siete tuve crisis existenciales a cada momento. Todos son de una calidad excelente y todos los recomiendo muchísimo. Dicho esto, empecemos.

10. Shade, the Changing Girl, Cecil Castelucci & Marley Zarcone


No hubiera leído Shade si no me hubiera obsesionado con Young Animal, el sello en el que Gerard Way publicaba Doom Patrol (todo el mundo sabe que yo leo lo que Gerard Way escriba en el papel de baño), pero una vez que la descubrí, esta serie de dos tomos de Cecil Castelucci y Marley Zarcone me fascinó. Para empezar, como mencioné en la reseña, el primer volumen es un coming-of-age (acá libro de iniciación) de ciencia ficción con aliens donde todo se trata sobre ser adolescente y de lo mucho que ser un alien que no entiende a los humanos se parece a ser adolescente que está aprendiendo a navegar en el mundo. Y el segundo tiene mucho que ver con el auto descubrimiento y la búsqueda de uno mismo y esas cosas y me encantó. Finalmente, las portadas que hizo Becky Cloonan son magníficas y obvio que les sumaron puntos.

9. Tokyo Ghoul & Tokyo Ghoul:re, Sui Ishida

 
Es un poco trampa poner las dos series en uno, pero pues casi son la misma cosa (pero no). Mi favorita es la primera, tiene casi todos los momentos que más atesoro (con excepción de Takizawa y su momento estelar en :re del que no diré nada para no spoilear). Ya cuando hablé de él en el blog hablé de cómo usaba se hacía responsable de la crueldad que le causaba a sus personajes, cómo no usaba el gore como un simple shock value y esas cosas, que es de lo que más atesoro de todo Tokyo Ghoul. No queda más arriba porque tengo pocas quejas (se nota que el autor estaba muy cansado rumbo al final, las peleas nunca dejaron de ser confusas), pero en general es una serie que adoro. (Y Touka, Ayato y Juzou estarán siempre en mi corazón).

8. Given, Natsuki Kizu


Cómo recuperar la fe en el boys love en cinco tomos de manga. Mi única queja es que en el manga no puedo oír la canción de Mafuyu (que en el anime es hermosa), pero por lo demás, creo que Given es un manga hermoso que además me hizo leer slice of life, cosa que no leo prácticamente nunca (siempre leo seinen o shonen, como van a notar más adelante). No lo he reseñado porque sigue en emisión y quiero que avance un poco más antes de dar mi juicio, pero la historia de Mafuyu, Uenoyama, Akihiko y Haruki es preciosa. Además, este es un manga que se complementa perfectamente con su anime.

7. Watchmen, Alan Moore & Dave Gibbons

 
Watchmen igual y no se merece toda la fiesta que le hacen (tengo quejas muy grandes con una de sus storyline), pero nadie puede negar que es un cómic extraordinario. Me gustó mucho, hay partes que releí varias veces, todo el subtexto de crítica política que tiene es en su mayoría muy acertado y me encanta cómo trata el tema de la guerra fría (se nota perfectamente en qué contexto se escribió). No está más arriba porque sinceramente no lo disfruté tanto como otras cosas que leí este año, pero igual sí lo consideraría un must-read. Hice una entrada sobre Watchmen, aunque el tema del cómic era más bien tangencial.

6. My Hero Academia, Kohei Horikoshi


Si el arco de los villanos no hubiera pasado, My Hero Academia estaría en este top pero igual no estaría tan arriba. Pero el arco de los villanos ocurrió y es magnífico y todavía sigo chillando con lo bien echa que está la historia de Shigaraki. Por otro lado, este manga se ganó su lugar a pulso con todo el arco de Kamino y la manera en la que está escrita la evolución de Katsuki Bakugo. No todos los días veo arcos de redención que le atinen a acercarse un poquito al de Zuko en ATLA (es el mejor arco de redención escrito en la historia) y este definitivamente se está tomando su tiempo (y Katsuki es mi favorito). Lo único que debo decir es que me costó cuatro tomos engancharme y todavía no le acabo de perdonar eso pero casi lo hago cuando ocurrió la pelea entre Deku y Bakugo (hay muchas, esto no es spoiler).

5. Monstress, Marjorie Liu & Sana Takeda


Todos saben que esta es mi serie de cómic en emisión actualmente favorita de la vida. El año pasado la consideré mi mejor lectura en cómic, de hecho. Este año reseñé por fin los primeros tres compilados (el Book One) y los animé mucho a leerla porque es una serie high fantasy muy bien estructurada y con un worldbuilding que me deja con la boca abierta. Además Sana Takeda es una ilustradora que no deja de impactarme con cada cosa que hace. (Y si no está más arriba es porque este año apenas si leí dos volúmenes y leí cosas tan buenas como esta).

4. Banana Fish, Akimi Yoshida


Ya puedo decir que ya entendí por qué el fandom de Banana Fish está permanentemente deprimido. Vi el anime este año y luego me aventé a leer el manga. Lo acabé hace pocos días, porque uno de los tomos lo leí para el maratón Guadalupe Reinas 2019. De hecho, tengo pendiente hacer la reseña porque tengo muchísimas cosas que comentar sobre la historia, ¡muchísimas! (Y también defender que el final es the best final ever). En fin, no dejen de leer Banana Fish (mi advertencia es que primero lean la sinopsis, eso sí).

3. Doom Patrol, tanto de Grant Morrison como de Gerard Way & Nick Derrigton


Este es completa trampa y me vale caca. El de Gerard Way sólo está porque la metaficción es magnífica, por cierto. El de Grant Morrison lo amé. Tenía muy pendiente esa serie desde hacía tiempo porque había oído que era crazy bananas y sí. Mi compilado favorito es el de The Painting That Ate Paris (La pintura que se comió París) porque además juega con los estilos de la ilustración (no me acuerdo quien es el ilustrador de ese compilado exactamente, pero en serio, es magnífico). En fin, lean Doom Patrol y lean a Gran Morrison. Hice reseñas de todo: del run de Grant Morrison y de por qué me gustó tanto el de Gerard Way.

2. The Wicked & The Divine, Kieron Gillien & Jamie McKelvie

 
Casi fue la mejor y les juro que si la siguiente no hubiera sido la que fue, lo hubiera sido. Primero quiero decir que me falta leer dos compilados que no he conseguido. Segundo quiero decir que quiero que Persephone me empotre, muchas gracias. Y que Morrigan y Baphomet me vuelven loca. ¿Dioses de distintas mitologías siendo estrellas de la cultura pop? SÍ. ¿Lucifer? SÍ. ¿Las ilustraciones de Jamie McKelvie? POR SUPUESTO. Todas las referencias mitológicas son maravillosas. El hecho de que se haya recuperado la figura de Persephone como alguien que se mete al infierno porque quiere y que se mencione un millón de veces que significa she who destroys. Les tengo pendiente la reseña, pero por lo pronto, léanlo.

1. Fullmetal Alchemist, Hiromu Arakawa

 
Y bueno, todos se esperaban esto. Fullmetal Alchemist es uno de los mejores mangas de shonen por una razón: es perfecto. Tiene unos personajes muy bien formados, un desarrollo increíble, mucho subtexto sobre la guerra en japón (cosa que amo, el tomo de Ishval es de mis favoritos), personajes femeninos increíbles (Olivier Mira Armstrong y Riza Hawkeye, I mean, al primero que me diga que Riza sólo existe en función a Roy lo asesino) y en general ya hice una reseña para exponer por qué es una obra de arte que todos deberían leer (y aprovechando que muchos leyeron el primer tomo para el #GuadalupeReinas2019, voy a insistir que sigan leyendo). Yo ya había visto la primera serie y mucho del material era nuevo y quedé muy gratamente sorprendida. Le hice una entrada en el blog.

Y bueno, esas son mis recomendaciones. Si han leído algo de la lista, espero que les haya gustado tanto como a mí y si no, pues lo recomiendo. En las menciones honoríficas de series que se quedaron por fuera por un pelito está The Umbrella Academy (por nada, lo juro) y Quantum Teens Are Go. A ambas les ganó Shade por casi nada. ¡Que tengan un 2020 de excelentes lecturas! Nos vemos en los Oscars y los Razzies literarios que ya son tradición del blog.