Sinopsis: La pacífica tierra de Egipto ha sido manchada con sangre bajo el gobierno tiránico de Seth, el dios de la guerra. Horus, hijo de Isis, pero aún no un Dios, se levanta para desafiar el trono y poner fin al caos y la destrucción. Aunque la confrontación entre Seth y Horus comenzó con odio, con el tiempo se vuelve confusa por la obsesión y el deseo... La antigua mitología de Egipto cobra vida como nunca antes vista en esta fascinante fantasía BL.
En esa sinopsis BL significa que hay gays en la historia, amor todavía no sé. Pero bueno, en Asia, y en el mundo, BL es una etiqueta de marketing que significa cosas sobre los personajes de la historia. Y en general toda la sinopsis me parece mala y que no refleja bien la historia. A ver. Olviden todo. Mejor hago la mía.
Seth gobierna Egipto tras asesinar a Osiris hasta que Horus, que se revela hijo de Isis, desafía el trono y se propone poner fin al gobierno tiránico de Seth. Tanto como poner fin al caos y la destrucción considerando que hablamos de dioses egipcios pues no estoy muy segura. Tampoco estoy segura de que la confrontación de Seth y Horus haya empezado con el odio después de leer los sesenta y pico capítulos que componen la primera temporada de ENNEAD y si esperan confusión por obsesión y deseo, lamento decirles que la sinopsis miente. Digo, Horus sí es confusión, deseo no sé. Seth es sólo la bola de traumas de la que vine a hablar hoy. Ya, mi sinopsis caótica es mejor que lo que sea que le hayan puesto a ENNEAD oficialmente.
Seth, arte de Arianna. |
Pero primero, las advertencias.
ENNEAD es una historia llena de incesto. ¿Han visto el árbol genealógico del panteón egipcio? Exacto. Son todos hermanos, sobrinos, primos o algo. Pero también son dioses. Y eso es algo de lo que vamos a hablar en esta entrada. No son humanos. No son tratados como humanos. Sí, sus historias pueden hablar de temas que como humanidad no son cercanos o nos son horribles o nos son lo que sea, pero los personajes de ENNEAD no son humanos; ni siquiera representaciones mínimamente cercanas. Así que el incesto les importa poco y nada (consideremos, también, que en Egipto los faraones se casaban con sus hijas y con sus hermanas y con lo que fuera porque la sangre real sólo se transmitía de modo matrilineal y luego llegaron los Ptolomeos y dijeron a huevo también nos casamos entre hermanos, creo que no era un tema super relevante para la clase gobernante del país) en el universo de la historia. Si en Lore Olympus existe (de fondo, disimulado, esas cosas que siempre pretendemos que no están allí de la mitología porque son incómodas para la moral actual como que Hades está casado con su sobrina y Zeus con su hermana), aquí lo que hay es un fest. Dicho eso, advertencia uno hecha.
Segundo, hay violencia sexual. Y es explícita. No es morbosa, pero sí es explícita (nunca lean los extras si les incomoda el morbo como a mí, son de cuando la historia apenas estaba en desarrollo y se nota para mal). Al menos un par de personajes son víctimas y hay secuencias directamente destinadas a que el lector se sienta incómodo (lo cual per se no es algo malo, existe mucha literatura que busca que los lectores nos incomodemos de muchas maneras). Esa es mi segunda advertencia. No es una historia donde la violencia sexual sea parte de algo romántico (una escena, de hecho, aborda sobre eso); sí es una historia donde se nota que hay secuelas y hay trauma y hay víctimas y sobre todo me recordó a que siempre esperamos *buenas víctimas*, una imagen exacta de lo que la sociedad cree que alguien debe ser una buena víctima.
La tercera es que hay violencia y sangre, pero hablamos de mitología egipcia, ¿quién esperaba que no la hubiera? La buena noticia, supongo, es que si al final de esta entrada todavía les interesa esta madriguera del conejo, es que hay una versión censurada catalogada como 16+. Y ya. (Yo no leí esa y no voy a hablar de esa).
Seth, por Juu |
Dicho todo eso, a mí ENNEAD me gustó mucho. No se las recomiendo en general, así, de entrada, sin advertirles cosas, pero me gustó mucho. Si me preguntan si yo creo que les va a gustar tengo que conocerlos chido para apuntarles en la dirección general de lo que sea que sea ENNEAD. Ahora no es que la recomiende con pinzas, ahora es que directamente creo que lxs lectores a lxs que les puede gustar son un tipo de lectores muy específicos y pa' qué voy a mandar a gente a sufrir, miren. Hay un público objetivo muy delimitado de esta historia. Dichas todas mis advertencias, vamos a hablar de los temas que me interesan.
La no-humanidad de los dioses
Los dioses no son humanos.
No es humano Seth, ni lo es Isis, ni lo es Osiris. (Horus y Anubis, que todavía no son dioses cuando empieza la historia, son muy diferentes y es algo notable). Ni sus acciones ni sus pensamientos corresponden a la lógica o la moral humana. Es más, ni siquiera parecen tener un marco común entre ellos. Simplemente son. Son seres super poderosos. Ra lo dice muy claro por ahí de los últimos capítulos: ¿por qué se están preocupando por cosas humanas? ¿Qué sentido tienen cosas como la monogamia para dioses inmortales como ellos? ¿Por qué quieren comportarse como humanos? Si los juzgáramos como humanos, a lo lejos, todos son horribles. Y ellos ya se juzgan lo suficiente.
Dios de la Guerra, por violetleegee |
Como personajes, son fascinantes. Y horribles, a veces. Yo sólo quiero a Seth y a Anubis. Horus me conflictua y me da curiosidad y los demás me parecen horribles y, a veces, fascinantes. Los odio en general. Pero por lo pronto, en este apartado, vengo a hablar de la narrativa. Si todo lo que conocemos es lo humano y la perspectiva de la humanidad sobre las cosas, ¿cómo creamos suficiente distancia para fabular de los dioses? ¿Cómo representamos a la divinidad plenamente conscientes de lo que es, no solo en lo que pueden ser sus peores cualidades, sino también en las mejores? Al final, tenemos que mirar nuestras propias raíces (mi papá decía que Dios no nos había creado a su imagen y semejanza, sino que nosotros, la humanidad, lo habíamos hecho, y lo habíamos creado como nosotros; no sé si siga diciéndolo, pero supongo que sí), nuestros propios vicios, pasiones, las partes más benevolentes y las más horribles de nuestro ser. No vengo a meterme en debates sobre lo divino, pero sí me interesa cómo lo narramos. (Me obsesiona la narrativa que tiene que ver con lo divino, lo religiosos, la fe, especialmente desde la fantasía; ahí está The Wicked + The Divine, American Gods, Home Far Away, Evangelion).
Si algo me quedó claro en una temporada de ENNEAD (seis volúmenes impresos, si quieren saber, pero yo lo leí en su edición web), es que sus personajes no son humanos. Mojito, la autora, los muestra a cierta distancia de lo que somos, pero también con suficiente cercanía como para que comprendamos sus dolores, sus traumas, para que los odiemos, para que veamos su pasiones. Seth, el protagonista, empieza con un aura de misterio y es poco a poco cuando va exponiendo lo que es: sus odios, sus pasiones, sus amores no resueltos, aquello por lo que se considera traicionado, sus peores secretos, las razones por las que entregaría hasta la vida.
Seth, por NIKKJessica. |
(Lo amo, en verdad, simplemente quiero que ya no lo usen como saco de boxeo).
En fin, me pareció muy acertado la manera en la que Mojito se aproximó a retratar lo que consideramos divino: lejano y apartado de lo humano. Lo que es la crueldad y el amor para estos dioses es, definitivamente diferente (e incluso, lo que no es: cuando Seth le dice a Osiris qué no considera un acto de amor, es algo muy revelador sobre sí mismo). ENNEAD me parece una obra cuyos mayores logros es encontrar un balance en el cual podamos todavía reflejarnos, desarrollar empatía o entender a los personajes a la vez que continuamente que nos recuerda que no son como nosotros. Nunca lo son. Ni en sus momentos más bajos, más obsesivos, más terribles. (Y esta distancia está chida cuando quieren analizar sentimientos que sí son propios de nuestra existencia, horrores que ocurren en nuestro propio mundo, pasiones que identificamos).
Creo que el personaje con el que más logra esa dualidad es con Seth. No tanto con Osiris, por ejemplo, porque yo veo a Osiris y, además de desear que me traigan su cabeza en una pica, entiendo perfectamente y desde el principio que es un dios (y no por las atrocidades que comete, sino por la manera en la que se expresa, en la que la historia lo presenta, siempre desde lejos: ya sea desde un recuerdo quizá idealizado de algunos o desde el propio terror de Seth). Con Isis se alcanza a ver, pero con Seth es obvio. Como personaje es complejo y lleno de matices que no se van descubriendo sino conforme avanzan los capítulos (los escasos momentos en los que, por ejemplo, su cabello es visible y podemos ver su rostro completo: algo muy interesante con los protagonistas de ENNEAD: los momentos en los que Mojito elige enseñarnos sus rostros y con qué frecuencia y qué tanto se ocultan bajo sus máscaras).
Y, hablando de Seth, vamos a hablar de él.
El dios de la guerra
Seth es un personaje complicado porque no se revelan sus motivaciones y sus traumas de golpe. También es complicado porque Mojito lo usa de piñata personal. (Ya, por favor, déjalo en paz, ya no más). Me costó decidir que pensaba de él durante unos pocos capítulos, hasta que decidí que le iba a perdonar lo que fuera, lo iba a proteger y que era mi favorito. Mojito lo presenta como gobernante supremo de Egipto al empezar: el dios que mató a Osiris, que es un líder inflexible y hasta cruel. Su propio hijo lo traiciona y no atisbamos los sentimientos de Seth sobre ello porque está acostumbrado a esconderlos. Su esposa está encerrada (y no tenemos idea de por qué) y tampoco sabemos qué es lo que siente Seth respecto a ella. La vulnerabilidad en Seth empieza aparecer poco a poco hasta que Mojito empieza a soltarla de golpe. Primero un charco, luego te tira la cubeta encima.
El arte de Seth en sus momentos más vulnerables es desgarrador. Mojito sabe cómo dibujarlo para causar el mayor dolor posible, para recordarte sus miedos más profundos, para explicártelos a través de sus imágenes. Una de mis cosas favoritas de todo el manga es precisamente el arte, sobre todo cuando se trata de Seth y de los detalles tan sutiles (sus ojos, la manera en la que se los pinta, cuando aparecen debajo de su máscara, su cabello, su máscara, sus expresiones y lo que esconde debajo de ellas). No es extraño que Seth sea el personaje favorito por mucho (te asomas dos segundos al fandom y todo el mundo lo adora); es complejo, tiene pecados que expiar, pero también traumas que abordar (y hasta el momento en la historia lo machacan con lo primero, pero son muy pocos los personajes que advierten lo segundo).
Su construcción es increíble: desde las atrocidades que le pasan por la cabeza hasta los horrores por los que sí pasa. Desde sus pecados, sus odios, hasta sus momentos más vulnerables (el deseo de mantener a Anubis a su lado, de no perderlo como hijo al mismo tiempo que lo va a apartando por su propio egoísmo, como todo lo relacionado con Anubis puede manipularlo y llevarlo al límite, especialmente cuando se trata de mantener vivo a su hijo). Lo que esconde, lo que no esconde. Todo su conflicto interior con Horus, a quien tiene oportunidad de matar varias veces y, sin embargo, se contiene (ojalá pudiera responderles el por qué de esto, pero creo que yo también sigo esperando). Como toma sus decisiones, incluso las más dolorosas. De verdad que es un personaje que me hizo la historia. Si no fuera por él la historia tendría un tono y una forma muy diferente.
Me fascina la manera en la que Mojito fue poniendo las piezas para lo que fue su dios de la guerra. Cómo lo tiró del pedestal y luego nos contó que nunca estuvo en él. Sufro mucho por Seth todo el tiempo en la historia, quiero que resuelva todos sus asuntos, que sea feliz, que obtenga ese pedacito que es la felicidad. Narrativamente me asombra como Mojito lo construye y hace que sea tan fácil sentir empatía por él (no voy a decir que me identifico con alguien de este manga, porque no, y porque además sentir identificación no es la única manera de relacionarnos con una historia). Además, también, la autora se hace responsable de todo el trauma que le causa. Responsable narrativamente, digo. Ya es algo que abordé al hablar de Tokyo Ghoul: hay historias a las que les gusta toda clase de violencia, pero no les gusta lidiar de ninguna manera con sus consecuencias. Mojito lo hace muy bien. Creo que, de otro modo, ENNEAD no sería la historia tan buena que es.
Conclusiones
Mojito por favor, ya deja que Seth sea feliz; te lo ruego de rodillas por favor. Bueno, fuera de eso, creo que ENNEAD es una gran historia y, en lo que llevo de su segunda temporada (cosa de la que no vine a hablar hoy) tiene cosas que me seguirán persiguiendo mientras la lea. No se pierdan mis comentarios en tuiter cada que lea un capítulo, seguro lloraré. Mucho. Por otro lado, si es una historia que recomiendo con cuidado. Creo que es de esas cosas con un público muy específico que tienes que leer en el momento correcto o no más no la armas (o sea, sólo miren las advertencias). A mí me dejó como payaso, porque llevaba años sin leer algo en ese tono, porque estaba decepcionada de cómo se abordaba la violencia sexual de puro morbo. (No discutiré si las escenas de este manga son o no son necesarias: creo que Mojito las puso por una razón y está apelando a una incomodidad muy específica de sus lectores y a un horror muy específico y, bueno, sí, ella lo decidió así entonces eso necesitaba la historia que quería contar y el resto queda en los lectores y cómo nos relacionamos con lo que leemos y cómo lo percibimos y allí, definitivamente, al leer es válido decir: creo que no era necesario).
Tengan cuidado si se acercan a ENNEAD, no más. Yo sí la recomiendo, a veces. Si los conozco. Si ya sé que leen. Si después de leer toda esta entrada todavía quieren leerla, pueden probar. En inglés la pueden encontrar en TappyToon (ambas versiones, +16 y MATURE), en español estoy segura de que algún grupo de traducción se estará haciendo cargo. Si la leen y quieren gritarme, adelante. Si la leen y quieren discutir de cualquiera de los temas mencionados en esta entrada, también adelante. Total ya saben dónde encontrarme.