Sinopsis: La cámara sangrienta, publicada originalmente en 1979, es una colección de diez relatos explícitamente basados en cuentos de hadas, en especial, de Charles Perrault, pero también de Jeanne Marie Leprince de Beaumont, del folclore europeo, e incluso de la radionovela, con claras influencias de la narrativa del Marqués de Sade. Su autora, Angela Carter, afirmó que se sentía impelida a escribir -cuentos góticos, cuentos crueles, cuentos de terror, narrativas fabulosas que tratan directamente del imaginario del inconsciente-. Pero Carter no se limitó a versionar cuentos de hadas desde una nueva perspectiva, sino que los recreó por completo -al extraer el contenido latente de los cuentos tradicionales y usarlo como punto de partida de nuevas historias; y el contenido latente es violentamente sexual-. Así, estos relatos ahondan en temas de feminismo y metamorfosis, con un énfasis especial en los roles de las mujeres en las relaciones, en los aspectos inmorales y perversos del matrimonio y el sexo, y en el equilibrio de poder en esas relaciones. La ilustradora chilena Alejandra Acosta ha puesto sus lápices al servicio de estas historias sorprendentes y necesarias, convirtiendo este clásico en una obra, si cabe, infinitamente más bella. Como muchos críticos han comentado en las últimas décadas, el motivo por el que la cámara sangrienta deslumbra con brillantez es que consigue ilustrar un argumento feminista realmente moderno: que las mujeres tienen un poder y unos derechos inherentes, así como la responsabilidad de utilizar el primero y reivindicar los segundos. Y con su trabajo, Carter y Acosta lo han demostrado sobradamente.
Sexto Piso, pregunta seria, ¿por qué tus sinopsis son tan largas?
Después de esa pregunta pues por fin me dispongo a reseñar estos cuentos de la escritora británica Angela Carter a la que todavía no había leído (¿pueden creerlo? Yo no). Esta colección llena de reinterpretaciones de los cuentos clásicos me fascinó, entonces quiero hablarles mucho de ella. la publica Sexto Piso con una traducción de Jesús Gómez Gutiérrez e ilustraciones de Alejandra Acosta que fueron, en parte, de las cosas que más disfruté del libro. Las ilustraciones de Acosta combinan perfectamente con el aura tenebrosa de todos los cuentos y de las reinterpretaciones de las historias clásicas que hace Angela Carter. A lo largo del libro está Barba Azul vuelto a contar, reinterpretaciones de Caperucita Roja y de La bella y la bestia; también de Blancanieves y del Gato con Botas, incluso una historia que parece combinar a la leyenda de Nosferatu con La bella durmiente.
Angela Carter es una escritora cuya obra se enmarca en la literatura fantástica, aunque también se remarca como tiene algunas influencias del surrealismo. Se la ha etiquetado también dentro de la literatura posmoderna, si quieren saber. Además, Angela Carter fue una escritora abiertamente feminista y esta ideología se adivina al leerla; está entre líneas, entre los cuentos, obvia para aquel que quiera verla. Me parece importante remarcar esto porque es una autora a la que es muy sencillo hacerle una lectura desde la literatura de género y analizar el papel de las mujeres en sus cuentos. En la colección de La cámara sangrienta las mujeres que aparecen son todas diferentes entre sí, pero siempre destacan como personajes que buscan elegir y escribir su propio destino. Desde la esposa de Barba Azul, joven (y hasta podríamos tacharla de ingenua, puesto que es inocente), hasta la misma Lobalicia, que se desenvuelve en un mundo que no acaba de entender, criada por lobos, adolescente que no entiende las convenciones del mundo humano. Angela Carter no sólo voltea los cuentos: expone todo el horror que a veces entrañan y, muchas veces, los monstruos no son sino simples seres humanos (como en el caso de Barba Azul, al que le gusta jugar a ser dios en un juego en el que el mueve todas las piezas y sabe que todas sus esposas fallarán).
La Bella Durmiente es una vampiro, por ejemplo. Las descripciones (en especial las de ese cuento, pero es algo que se va viendo por todo el libro), recuerdan al estilo gótico. El leñador es una soldado de la primera guerra mundial. Los cuentos se modernizan, pero el espíritu que los envuelve y que nos ha hecho contarlos una y otra vez en todas las versiones posibles, sigue allí. La caperucita mata al lobo o se enamora de él... o es ella misma el lobo. Todos conocemos los cuentos clásicos (tanto que se han versionado y versionado y versionado y versionado hasta el cansancio) y Angela Carter los escribe con elementos fantásticos, pero acercándose también al terror y a lo extraño. Sus personajes femeninos se revuelven entre las mujeres buscándose a sí mismas (sobre todo las adolescentes, se adivinan muchos elementos coming-of-age en muchos cuentos) y entre criaturas extrañas e incomprendidas (lobalicia, la vampiresa bella durmiente).
El trabajo de Alejandra Acosta como ilustradora es magnífico. De hecho, le tomé varias fotos al ejemplar que leí de la Biblioteca Vasconselos (ahí lo pueden encontrar, hay varios ejemplares) porque me encantaban todas las ilustraciones que veía. Aquí en la entrada les voy a poner las fotos, por supuesto. Bueno, sin más que decirles, les recomiendo muchísimo este libro, sobre todo si les gustan los cuentos clásicos y el estilo gótico, se van a encontrar con versiones increíbles de los mismos (de los cuales se pueden hacer lecturas de género, desde luego). Sin más aquí les dejo fotografías de las ilustraciones que tomé: