Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 29 de julio de 2019

Dos libros de Lydia Cacho | Reseñas

Mañana, martes 30 de julio, es el Día Mundial contra la Trata de Personas. La trata en el mundo afecta principalmente a las mujeres, puesto que la mayor trata en el mundo es aquella con fines de explotación sexual (donde las mujeres están precisamente en medio del huracán). Por eso y otras cosas, decidimos dedicar este mes al tema en Libros b4 Tipos (a estas alturas asumo que ya saben del colectivo del que soy parte, pero si no, pueden revisar su página web). La lectura elegida es un libro del que voy a hablar en esta entrada, escrito por Lydia Cacho y que seguramente conocen: Esclavas del Poder. Además lo estaremos discutiendo en un hangout en mi canal (que sólo sirve para hangouts) el día 9 de agosto a las 16 horas, no olviden vernos (cambió la hora porque razones, pero ejem).

   

Los demonios del Edén


Sinopsis: A partir del caso de un hotelero de origen libanés y residente en Estados Unidos, Jean Succar Kuri, que abusó sexualmente de menores en Cancún y contó con la protección incondicional de autoridades locales y políticos de gran envergadura, Lydia Cacho nos descubre una monstruosa trama de corrupción, pederastia, tráfico de influencias y blanqueo de dinero. Un caso aún por resolver que pone de manifiesto la indefensión ante los abusos de la autoridad y expone una de las más graves lacras de nuestra sociedad: la pornografía infantil.
Este fue el primer libro que leí de Lydia Cacho hace ya varios años (Goodreads sabe el año exacto, yo no, porque tengo una memoria de mierda). Cubre el caso de Jean Succar Kuri, el hotelero libanés que se dedicaba a la producción y distribución de pornografía infantil (caso donde fueron mencionados además Kamel Nacif, el rey de la mezclilla, el gober precioso, un montón de políticos que todavía tienen carrera) y que fue acusado de abusar de varios menores. Es una historia horrible. Parte de lo horrible es que Los demonios del Edén es un libro periodístico y sabes que son historias que realmente pasaron.  

En este libro Lydia Cacho narra el modus operandi de Succar Kuri, cuenta la historia de una de las víctimas (de hecho, la autora está demandada por daños morales puesto que las víctimas de Succar Kuri alegan que ha lucrado con su historia, no sé en qué va el caso, la verdad, les recomiendo checarlo en google) y resultó decisiva a la hora de lograr (por primera vez) una condena en México y toda Latinoamérica por tráfico sexual de niños y pornografía infantil (112 años para Succar Kuri). Conforme el libro va avanzado, Cacho analiza la manera en la que se relaciona la cultura de la pornografía con la violencia sexual (un análisis que vale la pena leer, razón por la cual sus libros se encuentran en mi guía de sexualidad y capitalismo).

El negocio de lo pornografía infantil no es sólo el horror y la violencia. Se trata de la corrupción (a muy altos niveles), el lavado de dinero (se habla aquí de como toda la operación de Succar Kuri hacía pasar las ganancias por ingresos legítimos, a veces hasta aparentando que los hoteles estaban llenos, aunque todas las habitaciones estuvieran vacías). A Succar Kuri no sólo lo investigaron por los cargos de abuso sexual y la distribución de pornografía: también se le investigó por ofrecer a niñas en la red para fomentar el turismo sexual infantil.

En fin, esta es una investigación muy completa de muchas de las variables que influyeron en este caso. Es un libro muy fuerte, pero es una mirada a lo que ocurre con la industria sexual. Este se enfoca en un sólo caso en particular, mientras que en una investigación que realizó más adelante, Cacho, intenta mapear la trata de personas con fines de explotación sexual por el mundo. Y es el libro del que les voy a hablar a continuación.
   

Esclavas del poder


Sinopsis: A partir de casos concretos, así como de historias conmovedoras, Lydia Cacho sigue una línea de investigación para llegar a las mafias de tratantes de mujeres, que la conducen desde México hasta Kirguistán, pasando por Malasia, Japón y Myanmar, entre otras partes del mundo. Lydia Cacho lleva al lector de la mano por un viaje emocionante en el que encuentra la voz de las víctimas y al mismo tiempo expone a los servidores públicos dedicados a proteger a dichas mafias.
Esclavas del poder es un mapa global de la trata de mujeres. Un viaje de ida y vuelta, en el cuál la autora sigue la cadena de lo que los expertos han llamado "la esclavitud del siglo XXI".
¿Cómo sabe un cliente si la mujer está ahí por propia voluntad o es esclava de una red de tratantes que la controlan con deudas impagables, amenazas y aisloamiento?
Este es el libro que es la lectura del mes en Libros b4 Tipos y es una investigación sobre el negocio de la explotación sexual. Lydia Cacho viajó por varios países para integrar este libro en un intento de mapear cómo ocurría este fenómeno. Se habla de la relación muy estrecha que existe entre el capitalismo y las redes de trata, puesto que este sistema en el que vivimos se alimenta precisamente de la precariedad de las mujeres y de la pobreza y del mito de la libre elección (que no es más que eso, un mito que nos hace creer que está bien entre elegir la explotación y morir de hambre). Justo esta relación puede parecer algo obvio, pero luego sí se les olvida.
Lydia Cacho habló hasta con los tratantes durante todo este viaje y toda esta investigación. Desde tratantes en México que enamoran a las mujeres para llevárselas a otras ciudades y meterlas a la prostitución hasta tratantes que compran a niñas en Asia. Hay un fragmento del libro que siempre me impresionó mucho: 
«No entiendo a que viene tanto escándalo. La gente dice: "Ah, matan a las niñas". Los chinos matan a las niñas porque sólo pueden tener un hijo. Nosotros no las matamos, nosotros les conseguimos trabajo. Oh, y dice: "Ah, las venden, qué malos son los chinos". Pero yo le digo: "Ellas tienen esposos y trabajo, les conseguimos eso en otros países"». Un tratante arrestado en la provincia de Chongquing.
Se habla también de como los tratantes tienden a apoyar el discurso de la libertad de elección del regulacionismo porque finalmente les beneficia (misma cosa que remarca Kajsa Ekis Ekman en El ser y la mercancía): diversas investigaciones periodísticas hablan de como en Alemania, tras la regulación, la trata de mujeres ha aumentado (una de ellas puede ser consultada aquí).
Estuve haciendo algunos apuntes sobre el libro en mi twitter que ahora les puedo poner aquí. Hay muchas cosas qué discutir sobre él, así que los invito a unirse al hangout el 9 de agosto. Sí les recomiendo estas lecturas si les interesa el tema, son investigaciones muy claras sobre la trata de personas y la violencia sexual que ayudan un poco a entender el panorama local y global. Los espero en la transmisión.

sábado, 13 de julio de 2019

Carry On es fanfic culture

Sinopsis:  Simon Snow es el mago más poderoso del mundo, tiene diecisiete años y es el Elegido, el único que puede salvar la magia. La verdad: Simon es el peor Elegido que a nadie se le pudo haber ocurrido. Lo único que Simon quiere es disfrutar de su último año en Watford antes de morir como un héroe, pero no hay manera. Su novia truena con él, su mejor amiga quiere que huya, su mentor lo evita... y Baz, su archienemigo, se la pasaría en grande a su costa, pero este año ni siquiera se ha dignado a aparecer por la escuela, el muy idiota. Y Baz será malvado y un vampiro y un imbécil, pero tiene razón: la mayor parte del tiempo Simon ni siquiera puede controlar su magia, ¿y se supone que va a salvar al mundo? 

Si han revisado mi blog con ganas, saben que odio Fangirl de Rainbow Rowell con pasión. Las razones son muchas y muy variadas: es un coming-of-age en el que la protagonista se queda prácticamente igual que como empezó (pero con novio), presenta la cultura fangirl desde un sólo cliché estereotipado hasta el infinito (y no la inmensa variedad de gente que se mueve por aquí), tiene un montón de misoginia en su trato a Wren (la hermana que se va de fiesta y es criticada por... querer salir de fiesta...) y en general tiene una falta de ritmo impresionante. En otras palabras: es aburrido. Luego volví a intentarlo con Rainbow Rowell cuando leí Landline y ese no es que sea malo per se, sólo tenía un ritmo de mierda y era aburrido a secas. Entonces, muy lógicamente, evité leer Carry On por años. Carry On es un producto salido de Fangirl, donde Cath escribe un fanfic de una saga super famosa donde el protagonista es un Hechicero que es El Elegido (Simon Snow) y su rival es Baz (un vampiro que niega ser vampiro), su también compañero de cuarto. Obviamente, en los fanfics de Cath están muy enamorados, es un rivals to lovers slowburn de manual.

¿Saben cuál fue una de las partes más famosas de Fangirl? Exacto: Simon y Baz. Más concretamente los extractos del fanfic de Cath (que juraba ser buenísima escritora y en realidad los pedazos de fanfic eran mediocres, saying the least). El caso es que la buena respuesta de todo el fenómeno animó a Rainbow Rowell a escribir su versión de Carry On. En el afterword (y esto no es un spoiler) lo dice claramente: es lo que ella haría con Simon y con Baz. No es quizá lo que haría Cath y tampoco la escritora que creó en Fangirl. Era su oportunidad de jugar con los personajes. That, right there, is fanfic culture. Gracias a dios no retomó los fragmentos que escribía Cath y decidió empezar de cero, porque creo que le dio mucha más libertad de movimiento. Podía, literalmnte, hacer lo que ella quisiera.

Más o menos sobre eso están cimentados los fanfics: la oportunidad de reimaginar y reinterpretar historias. También la oportunidad de cambiarlas, de explorar otras perspectivas, de pensar que hubiera pasado si algo hubiera cambiado, de explorar las posibilidades de un efecto mariposa dentro de una historia, de pensar cómo funcionarían dos personajes que el escritor nunca va a juntar en una escena, de escribir lo que te gustaría leer y jugar con tus universos o personajes favoritos. Además, el fanfiction ha permitido que un montón de gente pueda escribir y recibir retroalimentación (es siempre gratuito y no está bien visto que existan comissions por la ola de demandas de los noventa y tempranos 2000 y además por que los abogados de Anne Rice doxxearon fanfickers y la legislación siempre ha sido desfavorable o gris pero desfavorable, no como en el caso de los fanartistas), que hicieron que muchas plataformas nacieran para proteger a sus autores (fanfiction.net en principio, que ya tiene un disclaimer integrado), que otras plataformas nacieran para darle cabida a fanfics con representación LGBT (hubo autores que sólo demandaron a los que escribían LGBT y había normas que impedían que este contenido, por más apto para todo público que fuera, estuviera en esa categoría, por eso nacieron lugares como slasheaven; hace diez años todavía estábamos peleando por que se viera al contenido LGBT como algo normal y no como algo "pervertido") y justamente que historias sin representación LGBT la tuvieran por todos lados (si para mí Harry Potter representa algo gay as fuck es precisamente por su fandom y por todo lo que el fandom ha escrito y no por lo que J. K. haya dicho o escrito nunca jamas). El fanfic dio entrada a un nuevo lenguaje (todos los términos raros alojados en fanlore), a otra manera de ver las historias y a muchas historias que no se iban a contar fuera de allí.


Carry On es, en parte, una oda a todo eso. Probablemente lo sea de manera accidental, pero lo es. Desde Fangirl se puede notar que estos personajes, Simon y Baz, tienen mucho que ver con la saga Harry Potter (y el ship más famoso en el fandom: el Drarry aka Draco y Harry dándose contra el muro por todo Hogwarts y el mundo mágico). El mundo está muy influido por Harry Potter y otros elementos fantásticos famosos en los fandoms y con los fanfickers. Alguien dice que este es, finalmente, un libro que se inspira en el Drarry. Y creo que sí. Pero creo que también es su propio producto y tiene su propia esencia. Pero todavía no he hablado de que me pareció: mejor que cualquier otro libro de Rainbow Rowell, libro promedio as its most, pero con mejor ritmo que otros (no perfecto), que sabe usar sus cartas para atraer al público fanficker (atraerlo, quizá no encantarlo). No soy fan de calificar libros con estrellas, pero mi calificación en goodreads resume bastante bien lo que pienso que él (sólo para que sepan, uso una estrella para libros terribles, dos para libros malos y pésimos pero que son menos malos que los terribles, tres para los promedio, cuatro para los buenos a secas, cinco para los muy buenos): debería haberle puesto tres, pero me agarró de buenas y usó bien elementos de la cultura fanfic así que se va con cuatro. Más o menos así me siento con el libro. Quiero desmenuzarlo y contarles por qué me parece fanfic culture así que vamos por partes.


El mundo creado por Rowell es interesante y bastante político en lo que se alcanza a ver. Esta es una de las cosas que se hubieran beneficiado en una saga más larga como las que son el pilar de Carry On (Harry Potter, por ejemplo) y que habría convenido expandir más (en vez del relleno que tiene el libro con POV que ni al caso o una trama secundaria que también... ni al caso). Las similitudes con Harry Potter están ahí, pero las diferencias también. Carry On se alimenta del fenómeno del niño que vivió, pero crea su propio setting y su propia historia, aunque todo sea inspirado en algo más. Además, es un libro que no se toma tan en serio a sí mismo. Se permite jugar con los personajes y el mundo, pero se toma lo suficientemente en serio a sí mismo para crear una trama cohesiva. Más o menos, como los fanfics. Creo que los mejores fanfics son los que no se toman en serio a sí mismos en el sentido de que se dan la oportunidad de jugar con el setting original, pero se toman en serio al momento de crear algo narrado con calidad y una trama coherente (¿por qué no poner a los personajes de Harry Potter en un universo alternativo con moteros?, ¿por qué no emborracharlos a todos y ver qué pasa?, ¿por qué no escribir del multiverso? Mi masterlist de fanfics está llena de cosas así). Una de mis cosas favoritas sobre el mundo de Rainbow Rowell, por ejemplo, son los hechizos. En el mundo de Simon Snow, los hechizos son frases hechas y refranes y su poder tiene mucho que ver con el poder de las palabras. Me encanta esa idea, que las palabras tengan poder y los magos tengan que descubrir cómo usarlas, que las frases echas creen su poder a base de repetición (aka la publicidad funciona más o menos así), que los sloganes (por ejemplo los políticos o que vienen de creencias) tengan poder porque la gente cree en ellos..., todo maravilloso; y que algunos hechizos sean tan ridículos que dan risa es aún mejor. Sana, sana, colita de rana es un hechizo curativo; Más leña al fuego es otro que a ver, adivinen que hace. 

En fin, en la construcción del mundo hay cosas muy interesantes cómo por ejemplo el elitismo de los magos, magnífico y me recordó mucho a lo que intentan las Crónicas del mago negro en El gremio de los magos. La idea de que sólo los más aptos merecen tener magia se explora a lo largo de libro y cómo eso debe cambiar (porque estamos de acuerdo, debe cambiar). La política en la magia, interesante, aunque se queda muy al aire finalmente, igual que el status de las criaturas mágicas. Carry On lo intenta, pero no crea un universo tan inmersivo como lo son otras obras de fantasía. Especialmente porque no tiene tanto espacio (y parte de ese espacio lo gasta en cosas cuestionables) ni tantos libros, pero creo que en cierto modo aprovecha algunas de las cosas que tiene (aunque sí es triste que haya otras que se queden muy al aire porque parece que existen para... nada). Pero hablando de los personajes...

Carry On, como mucho del fanfiction que existe en este mundo, es totalmente character driven. Que eso no es algo exclusivo del fanfiction, eh, pero que es muy común. Y es, creo, su mejor fortaleza. En todos estos años que pasé sin leer a Rainbow Rowell, me parece que su voz narrativa mejoró un poco. No es perfecta y a ratos sigue iendo aburrida, pero ya es capaz de diferenciar entre personajes. Por ejemplo, Cath, protagonista de Fangirl y como fuera que se llamaba la protagonista de Landline, eran dos personajes tremendamente diferentes pero su voz narrativa era igual..., igual de aburrida. Aquí la cosa es más equilibrada y, ya que es un libro narrado en primera persona desde diferentes puntos de vista, estos son claramente distinguibles unos de otros (aunque hay dos que son como accesorios pero interesantes, otro que directamente no tiene razón de existir, uno aburridísimo y desperdiciado y finalmente el de Simon es... pesado a veces). Quiero aprovechar para hacer un paréntesis para decirles que a mí me da algo cada que en los defectos o problemas de un libro se dice que "está narrado en primera persona". Sí, ¿y? ¿Cuál es el problema? ¿Que no te gusta ese narrador? Pues pongo así: "Está en primera persona y no me gusta". Y punto pelota. No es ningún defecto narrativo, ni es menos que narrar en tercera, es sólo otro tipo de narrador (que Stephenie Meyer usara a primera personaje del carajo les hizo tremendo daño). Aquí le ayuda y no le ayuda al libro.


A ver, Simon es una voz narrativa que te arrastra por la trama. Su narración queda mucho con su personalidad: a él le pasan cosas. Su propósito en la vida, muy lógico, después de todas las aventuras que cuenta, es sobrevivir a lo que le pasa. No tiene una perspectiva del futuro porque toda su vida se ha basado en salvar a otros e intentar sobrevivir. Y así es su voz narrativa. Te arrastra por la trama y a él le pasan las cosas. No es la más entretenida ni la más divertida, pero al menos queda con el núcleo del personaje. La de Lucy, un personaje misterioso que no se sabe quien (y yo no les voy a contar) es melancólica y justamente alimenta el misterio (además que es un personaje muy bien construido). La de Penny es inútil y desaprovechada y creo que no le hace justicia a Penny en lo más absoluto. La de Agatha es puro relleno inútil, pero es muy buena; como narradora, es interesante, aunque lamentablemente casi nunca le toca contar cosas interesantes y es el relleno. La del Hechicero no tiene razón de ser, ayuda más si no existe. La de la tía de Baz, Fiona y Nicodemus son interesantes, pero representan a los pedazos de la trama que no se resuelven (por falta de espacio) así que yo las quitaría. Por ahí hay otras que ni al caso. Finalmente, eso nos lleva a la de Baz: es la mejor. Refleja perfectamente su personalidad intensa, sus conflictos internos, su tristeza y su desesperanza de que quizá todo lo que quiere que pase no va a pasar. Le queda al personaje, a su núcleo, a sus motivos y es perfecta. Baz se abre como narrador y expone todas sus debilidades y sus deseos, lo que contrasta con su manera de comportarse con los personajes a su alrededor, pero queda perfectamente.


En resumen: Baz es la mejor voz narrativa, quitar lo que no se resuelve o resolverlo (Fiona y Nicodemus), la de Penny mejor que ni exista, agregarle algo que aporte para el núcleo de la trama a la de Agatha y la de Simon... pues existe y ya es decir.

El desarrollo de los personajes me gustó bastante. Ninguno de los protagonistas (Simon, Baz, Penny y quizá podríamos agregar aquí a Agatha) acaba el libro cómo lo empezó; también algunos secundarios pasan por esto (El hechicero, sin ir más lejos). Todos sufren cambios acordes a sus motivos y a sus personalidades, hacen sacrificios o cambian al enfrentarse a dificultades. Eso me gusta porque me hace sentirme satisfecha con sus arcos narrativos. Sólo me quedó pendiente que pasara lo mismo con Nicodemus y con Fiona, por ejemplo, aunque fuera en un mini pedazo, ya que al menos la trama de uno es bastante importante para la trama general. También, respecto a personajes, la trama de Lucy, el personaje misterioso, está construida de una excelente manera, sólo que se siente muy expositiva al final y yo hubiera querido que al menos influyera más directamente en los protagonistas, pero bueno, no se puede todo, una lástima. Pero le hubiera sumado puntos de storytelling.

Otro de los puntos interesantes de la historia es que le da un giro a la idea de las profecías y los elegidos y lo hace muy bien. ¿Qué tanto estamos dispuestos estamos a influir en el destino de alguien? ¿Qué tan desesperados estamos para cambiar el mundo y el destino? ¿Los Elegidos nacen o se hacen? Toda la reflexión que sale de allí es increíble y me pareció de las cosas mejor tratadas en el libro. Considerando que en el los libros de fantasía la narrativa del elegido tiende a ser muy común, lo que presenta Carry On al respecto es novedoso. Sí aparecen otros tópicos de la literatura fantástica, obviamente. 


Sobre el romance, creo que eso fue lo que más me hizo sentir que este libro había nacido gracias a los fanfics (la misma Rowell lo ha dicho, Fangirl nació gracias al fandom y de ahí vino Carry On). La estructura del romance es lo mejor en un libro que tiene un ritmo, por muy bueno que sea, irregular por todos lados. La introducción, antes de que conozcamos a los dos protagonistas (mientras sólo seguimos la vida de Simon) se hace larga hasta el momento en que entra Baz y nos queda claro que está medio pendejo por Simon y se explora más a fondo su rivalidad. De ahí en adelante, este libro usa todos los trucos que le conozco al fandom. ¿Adolescentes intensitos? Check. ¿Adolescentes intensitos sobre el amor? Super check. ¿Declaraciones de amor en medio de los clímax del libro? Also yes. ¿Clásico rivals to lovers que llevan años enamorados pero nadie dice nada en 500 páginas? Check. Se hace una historia bastante disfrutable si lo que vas buscando es un romance entre dos personas que técnicamente no iban a enamorarse. De hecho, la única cosa que me aporta la existencia de Agatha sobre esta trama es que ella representa el final feliz y esperado de Simon a los ojos del resto, que es todo lo contrario a Baz. Su trama solitaria y alejada de Simon es mucho mejor (esa lucha entre ser lo que quiere y lo que esperan), sin ideas raras de triángulos amorosos (la sola idea de uno que se esboza por ahí me dio ganas de vomitar, ya prohiban escribir triángulos amorosos, urge legislar). Simon y Baz tienen muy buena dinámica como personajes, lo admito. La narración de Baz hizo que la vida de Simon se me hiciera más llevadera y la presencia de Baz que la narración de Simon fuera soportable y mucho más entretenida. El tira y afloja es entretenido. O sea, la trama no es un clásico de la literatura, pero vamos, el romance entretiene (y nos salva de que Simon nos aburra narrando hasta la eternidad).


¿Villano? Creo que los villanos de este libro son buenos villanos. Presentan ideas interesantes. No los quiero spoilear, porque creo que descubrir quiénes son vale la pena (y saberlo desde el principio le quita oportunidades de teorizar). Sólo quiero decir que uno me recordó a estos "revolucionarios" (agreguen más comillas) que creen que sus posibles compañeros de lucha son unos pendejos o que consideran que las masas son inherentemente estúpidas y no pueden tener conciencia política. Su construcción en ese sentido es muy interesante (ya sabrán a qué me refiero si leen el libro). Hay mucha lucha contra el elitismo de los Hechiceros en Carry On (y mucha resistencia por parte de estos, que buscan no perder sus privilegios) y eso me encanta analizarlo. Recuerden siempre que la lucha no es solitaria, sino colectiva; que a la teoría se le une la praxis y que los cambios no los hizo un hombre, sino las masas. Hay un personaje que también debe recordar eso. Por otro lado, otro de los villanos es un concepto muy interesante pero si se los cuento les cagó el libro así que dejémoslo así.


Y bueno, ya casi acabo. Las comparaciones son odiosas: si lo leen y piensan que es una copia de Harry Potter no van a llegar muy lejos. Sí, las similitudes son obvias, pero Carry On es un producto que, como sea, se sostiene como puede. Se alimenta del legado, sí, pero no es copia, como nada entre el fanfiction lo es. La misma Rainbow Rowell lo menciona en el afterword: este libro es resultado de sus ganas de experimentar con estos personajes que había esbozado en Fangirl. (Y gracias a dios es mejor que Fangirl). Recuerden que muchos escribimos porque nos gusta experimentar con los personajes y las ideas, que todas las historias pueden cambiar y ser reinterpretadas y que no todas las lecturas tienen que ser serias, siempre es buena idea acabar en fanfiction.net o en archiveofourown buscando que leer.

Les recuerdo que estamos leyendo este libro en nuestro proyecto de Volver a Hogwarts (donde el año pasado leímos todo Harry Potter e hicimos varias reuniones) y que la lectura conjunta estará activa todo el mes de julio. Todavía tienen tiempo para unirse, pueden seguirnos en nuestro twitter: @HogwartsVolver. Tenemos varias actividades, algunas sorpresas y muchos memes.


Ahora sí, mi conclusión: pues es un libro promedio. Me agarró en el momento justo, con una buena traducción (Emma Julieta Barreiro, quien seas, bendita seas), lo encontré en la Biblioteca Vasconselos (si son de la Ciudad de México y tienen credencial, ya saben) y estaba yo de buen humor para leerlo. ¿Lo recomiendo? Hum, sí, creo. Sobre todo si te gusta (1) La saga de Harry Potter, (2) el fanfiction y (3) el Drarry (todas o alguna de esas opciones). Para el resto de la gente quizá sea un libro muy largo (no niego que yo hubiera quitado relleno y agregado otros detalles que ayudaran a cerrar las tramas que quedaron abiertas) que se arrastra mucho hasta llegar al punto principal (Simon y Baz empotrándose por ahí mientras descubren quién es exactamente el villano que los ha estado persiguiendo). No olviden que es un libro romántico de fantasía (porque si buscan aventuras a mansalva no las van a encontrar aquí) y que yo digo que es promedio. Es divertido porque es muy memeable (como verán por todos los memes que hice).

Por cierto, recuerden que decir que algo "parece fanfic" no sirve para decir que está malo. Hay fanfic de toda calidad, busquen cómo decir que no les gustó una historia. A mí lo que me recuerda a fanfiction es porque me recuerda a los fanfics que he leído (buenos y malos) y los tropes que se repiten por todos lados (siendo mi favorito el rivals to lovers, claro que sí). En fin, libro promedio y todo, pero yo hice una entrada que califica de tocho. ¡Nos vemos en la que sigue!

jueves, 11 de julio de 2019

Vampiro La Mascarada | Booktag

Les voy a contar un problema de blogger en toda regla: de repente ya no sabes cuál booktag hacer porque ya hiciste todos los que te gustan y nadie saca nada nuevo. En este caso, la solución es obviamente hacer tus propios booktags, pero hace tanto tiempo que existen los blogs que ya hay booktags de absolutamente todo. Así que es momento de hacer booktags de cualquier cosa que te salga de los bajos fondos (léase yo contestando ese tag de My Chemical Romance que encontré) o inventártelos. Justamente así nació este. También como una respuesta al que hizo Raquel en Hitzuji Books sobre Dungeons & Dragons, porque me taggeó para contestarlo aunque yo no juego D&D, sino que juego (jugaba, más aproximado) Vampiro La Mascarada (o casi cualquier cosa de Mundo de Tinieblas).


Vampiro La Mascarada es un juego de rol de mesa sobre... *redoble de tambores* vampiros. A qué no se lo esperaban. En general recuerdo que mis roles iban de vampiros tejiendo un montón de problemas y creando caos o peleas entre la Camarilla y el Sabbat (divisones entre los clanes). También un montón de peleas de poder entre los clanes y un montón de tramas políticas con un montón de colmillos y asesinatos. Así que para volverlo Booktag agarré a todos los clanes de vampiros (sí, hasta lo que nadie usa) y cada uno se volvió una consigna. En fin, vamos empezando que esta entrada va a quedar larga.

Brujah: un libro que hable de revolución o narre una revolución



Este clan está formado en su mayor parte por rebeldes, son apasionados por las causas sociales y en general sienten afecto por la idea del cambio social. Hace tiempo jugué con uno aunque la partida no duró mucho. Para esta consigna elegí El día antes de la revolución de Ursula K. LeGuin, una novela corta ilustrada que leí hace tiempo (casi dos años) en bookmate y que aborda, en el subtexto, mucho sobre las revoluciones y sobre los cambios sociales. Se los recomiendo porque además habla mucho de la mujer en las revoluciones.

Malkavian: un libro que hable de salud mental



Los Malkavian son un clan de sangre contaminada y todos ellos están irremediablemente locos. Es por eso que la consigna habla de salud mental y aquí quiero aprovechar para recomendarles Challenger Deep de Neal Shusterman que creo que es un libro tremendamente honesto sobre el tema. El escritor ideó la historia con base en su propia experiencia personal con su hijo, que le sirvió de asesor en la historia. Es un libro que está escrito con mucho amor y recomiendo muchísimo. Lo leí hace varios años, pero todavía lo recuerdo con mucho cariño.

Nosferatu: un libro que estuviste a punto de no leer porque tiene una portada muy fea



Yo les digo los feos, porque, bueno, nadie en este clan es una belleza según el canon occidental. Son "Los condenados", no pueden relacionarse con la sociedad normal ni tienen apariencia humana. Suelen estar desfigurados y retorcidos. Como dije, ninguno es una belleza. Por eso, vamos a hablar de portadas horrendas. Y aquí quiero hablar de esos libros con portadas feas. Y bueno, a mí la portada de Punkzilla de Adam Rapp no me gusta en lo más absoluta. Me duele la vista, encuentro que tiene elementos que ni al caso (aunque algunos muy acertados), pero la historia es muy buena, interesante y es un libro juvenil precioso. Así que recomendado... pero NO por su portada.

Toreador: un libro en la que alguna de las bellas artes tenga un papel central en la trama



Estos son de mis favoritos y la mayoría de mis personajes fueron Toreadores. Se les llama "artistas", "degenerados", "hedonistas"; los Toreador son elegantes y llamativos, brillantes y ridículos, visionarios y disipados. Muchos de ellos eran artistas en vida o han pasado siglos apasionados por algún arte, por eso la consigna. Aquí les voy a recomendar la serie de comics de The Wicked + The Divine de Kieron Gillien y Jamie McElvie, que seguramente se van a hartar de que les recomiende, pero buena. En la serie la música (y todo el fenómeno musical) juega un papel central con los dioses protagonistas, además que la mayoría de los dioses encajan de alguna manera con la descripción del clan y por eso los elegí aquí.

Tremere: un libro con un protagonista que sea un brujo o un mago



Los Tremere son mis segundos favoritos y varios personajes también lo fueron. Suelen ser temidos porque son un clan que ha dominado una clase de magia vampírica por medio de rituales. Por eso, para esta consigna elegí Quien teme a la muerte de Nnedi Okorafor, donde la protagonista es capaz de hacer magia. Esa novela es un híbrido impresionante entre la fantasía y la ciencia ficción que les recomiendo muchísimo porque me encantó.

Ventrue: un libro con un protagonista que sea un líder nato



Nunca he jugado uno de estos. Son el clan del liderazgo, son elegantes, hacen cumplir las tradiciones y buscan dar forma al destino del resto de los vampiros. Por eso la consigna, en donde elegí Captain Marvel, específicamente el primer run de Kelly Sue DeConnik, donde Carol Danvers oficialmente tomó el nombre de Captain Marvel. Es el run más decente que he leído, y aunque no es mi comic favorito, no puedo negar que Carol Danvers es una líder nata.

Lasombra: un libro con un plotwist que te sorprendió



Nunca he jugado en a estos porque siempre juego o de clanes independientes o de la camarilla, nunca del Sabbat (todos los de arriba pertenecen a la Camarilla). Son los reyes de la intriga ante todo, prefieren gobernar desde las sombras. Así que, en honor a ellos, elegí un libro que me mantuvo en la intriga mucho tiempo: Mentirosa de Justine Larbalestier. La reseña que hice no le hace justicia porque creo que en ese tiempo no apreciaba lo suficiente las bondades de un narrador no fiable y aunque no diría que es una obra de arte, sí creo que es mejor de como lo pinté originalmente. La narradora miente: es una mentirosa compulsiva. Suerte averiguando la verdad.

Tzimisce: un libro donde la ciencia juegue un papel importante



Estos son fríos y estoicos, torturadores profesionales (casi). Creo recordar que son un poco sadomasoquistas también (aunque ahora no me acuerdo si alguien jugó alguna vez algo con ellos en alguna partida en la que yo estuviera). En fin, ya sé que todavía no queda por qué la consigna, pero les juro que el gusto por el dolor propio y ajeno de estos vampiros tiene fines científicos porque quieren trascender su estado vampírico. ¿Lo ven? Tenía sentido. Para la consigna elegí La piel del cielo de Elena Poniatowska que habla de la ciencia y de la astronomía desde un papel central. El protagonista es un científico que, literalmente, sólo vive para la astronomía. Y para nada más.

Assamitas: un libro donde el protagonista sea un asesino/haya asesinado a alguien



La única vez que jugué de un clan independiente, fue con un Assamita. Son un clan de asesinos a sueldo, siempre y cuando puedas pagar su precio. No hay otra forma de describirlos. Así que para esta consigna elegí Monstress de Marjorie Liu y Sana Takeda, puesto que la protagonista, Maika Halfwolf, ha dejado un reguero de sangre allí donde pone los pies. Le queda perfectamente. Es de mis series de comics favoritas hasta el momento, se las recomiendo muchísimo.

Gangrel: un libro ambientado en un lugar inhóspito






Los grangrel son cambiaformas y prefieren la vida salvaje, más que intentar pasar desapercibidos en las ciudades. En fin, por eso la consigna, aunque creo que es de las que estiré más para que quedara con algo. Elegí Máquinas Mortales de Philip Reeve, que transcurre en un mundo postapocalíptico donde las ciudades se lo han comido todo. Es realmente inhóspito. Además queda con el clan porque es un mundo donde la gente hace de todo por sobrevivir. DE TODO.


Giovanni: un libro donde el protagonista sea esencialmente bueno (lawful good)



Hace mucho que los leí, pero creo que aquí quedan perfectamente los libros de Percy Jackson de Rick Riordan. Los cinco primeros, que son los que conozca y leí. Los recuerdo como lectura ligera y entretenida que no me sorprendió mucho, pero recuerdo que lo mejor de todo el asunto era que Percy narraba y ante todo era un lawful good (con vetas de chaotic good a veces) y que era un adolescente que en escencia quería el bien, así que por eso se queda con esta categoría.

Seguidores de Set: un libro donde los malos/criminales son los protagonistas



Los seguidores de Set son... caos asegurado. Allí donde pisa, allí donde destruyen la estructura local de los vampiros. Creen en Set (inesperado) e intentan que vuelva al mundo. En general, son unos pequeños hijos de la chingada. Así que, por eso, aquí elegí Leopardo al sol de Laura Restrepo, protagonizada por dos mafias criminales que se pelean y se matan y se dedican a crear caos allí donde están.

Ravnos: un libro que "te engañó" y resultó ser mejor de lo que pensabas



Los Ravos son conocidos por su perverso sentido del humor, son embaucadores profesionales y muy versados en el arte del engaño. Así que para la consigna elegí un libro que efectivamente me sorprendió. Cuando empezó The Female of the Species de Mindy McGinnis esperaba un libro juvenil cualquiera con un toque de thriller, pero es mucho más que eso. Es un libro precioso y desgarrador que habla de cosas de mujeres adolescentes que tocan muchos temas que tienen que ver con la lucha de las mujeres y que, sin más, me encantó.

Y ese fue todo el tag. No puse a los clanes ya extintos porque mucho hice poniendo todos considerando que hay unos que casi nadie usa nunca, pero bueno, yo quería un tag bien completo. Si juegan vampiro, están taggeados automáticamente. Fuera de eso, sólo taggearé a Raquel de Hitzuji Books porque pues ella me taggeó en el de D&D. Nos vemos en la siguiente entrada.

martes, 9 de julio de 2019

Enigma asiático, Carolin Philipps | Reseña

Sinopsis: Lea es una adolescente adoptada por una pareja de alemanes. Cada vez que oía o veía algo sobre China, su país natal, sentía un vuelco en el corazón. Todo lo de aquel país le resultaba familiar de una manera especial y, sin embargo, muy lejano. Durante años se negó a acercarse a esa cultura, por temor a saber algo origen y, más aún, sobre los motivos por los que fue dada en adopción. Un día, sin embargo, comienza la búsqueda que la llevará hasta la familia biológica y a conocer uno de los episodios más oscuros de la sociedad china contemporánea.

Este libro es tan pero tan malo que me dio rabia. Primero, porque trata de temas que se prestan a la reflexión (racismo, misoginia, infanticidio) y está escrito desde la mirada más blanca posible. En serio, sólo podía pensar a The whites are at it again y no sólo eso, Imperialists are at it again, porque justo tiene una manera de mirar a China que me parece muy desagradable. No es que lo haga remarcando todo lo que es horrible sobre China, no, sino que lo hace desde la idea de que China es algo maravilloso y exótico. No. China es un lugar, donde hay gente. Para esto, realmente prefiero leer a Amy Tan, que con todo y su bias sobre China, habla de esa cultura como se habla de cualquier otra. No es rara (decir que es rara implicaría que hay algo "normal" y estamos hablando de ¡culturas!, pero claro, el mundo occidental quiere imponer lo suyo como normal y ni siquiera en lo occidental las culturas son homogéneas) ni es éxotica. Es. Tiene diferentes costumbres y diferentes maneras de ver la vida. Por el contrario, Carolin Philipps refuerza la idea de China como una lejana tierra exótica (en la que los campesinos viven en el atraso y eso es El Mal, porque que flojera pararse a ver las condiciones de vida en China y por qué las creencias de los campesinos son las que son, sean buenas, malas o nada de eso) y casi parece que alaba que se occidentalice. ¿Y eso es algo bueno? Es algo que ocurre, y ya (usualmente de mano con el imperialismo, pero bueno, ocurre).  En fin, como dijo Jack el destripador, vamos por partes.


El libro aborda el tema del infanticidio en China. Cuando la política del hijo único, miles de familias deseaban tener hijOs. Con o. En masculino. Los infanticidios de niñas aumentaron, mujeres eran presionadas para olvidarse de sus hijas y presionadas para tener hijos (ya, como si la decisión dependiera de ellos). Por supuesto, cuando salió la política probablemente les pasó por la cabeza que habría resistencia (en China tener muchos hijos era de buena suerte), pero no la cantidad de infanticidios. Todavía, a pesar de que intensas campañas que se habían hecho por la emancipación de la mujer (pueden ver los testimonios en La mitad del cielo), había muchos contextos en los que las mujeres seguían siendo vistas como inferiores. Se aborda ese problema en un ensayo que leí hace poco que viene en Sisterhood is powerful: China es enorme y el trabajo que debía hacerse para conscientizar a todas las personas era enorme igualmente, por lo que mientras en algunos lugares se hablaba ya de la colectivización de la crianza y de las labores domésticas, en otros apenas se estaba hablando de que las mujeres no eran seres inferiores a los hombres. Entonces, pues sí, el problema de los infanticidios (en los que el sexo y el género tenían todo que ver) fue algo que afloró. No sólo eso: la trata de niños aumentó (se ofrecían bebés en venta a extranjeros en algunos casos). Habiendo explicado yo este contexto, hablemos del libro: Lea es una joven China adoptada a la que sus padres le contaron que la adoptaron en un orfanato. Después de que su padre le de unas respuestas vagas cuando ella escribe un artículo sobre los guerreros de terracota y sea demasiado obvio que hay cosas que no le está contando, empieza su curiosidad por descubrir de dónde viene y quienes fueron sus padres biológicos. Creo que saben hacia dónde va la cosa, ¿no?


En fin, la primera vez que sale el tema de los infanticidios en China en el periódico escolar donde trabaja Lea, afloran un montón de actitudes racistas contra ella (porque claro, sus compañeros medio racistas la ven china y aunque sea alemana le echan la culpa). Una cosa positiva del libro (mínimamente, tampoco para echar cohetes) es que el chico que llevó el tema al periódico después publicó uno sobre los buzones para bebés abandonados instalados en Alemania, para demostrar que no era algo exclusivo de China. Y bueno, que existan los buzones para bebés es algo horrible que NO DEBERÍA EXISTIR porque para empezar lo que debería existir son condiciones para que las mujeres puedan decidir ser madres, lo cual involucra educación sexual, acceso a métodos anticonceptivos, aborto, que existan guarderías o, de otro modo, que la crianza sea colectiva y no recaiga sobre las mujeres, etc. Lo que me parece positivo es que justamente ese personaje vuelve sobre sus pasos al ver lo que causó su primer artículo y la ola de racismo que se empezó a extender (cuando, claramente, el foco no está ahí). ¿Cómo trata la autora a China? Ese es otro asunto.


Ya mencioné arriba que la trata como una tierra exótica, rara, alejada de lo normal, no como una cultura y civilización como cualquier otra (anda que no todas tienen mierda escondida). ¿POR QUÉ NO PODEMOS DEJAR DE MOSTRAR TODO LO QUE NOS RESULTA AJENO COMO EXÓTICO? Por otro lado, es de esos libros que critica la opresión a la mujer en el patio del vecino y no ve la suya. Muy literalmente. Eso me pasó cuando fui a India. A ver, vamos a explicar algo rápido: la misoginia y la opresión a la mujer se manifiestan diferente en contextos diferentes, pero están presentes en prácticamente todas las sociedades de clases. Cuando viví en la India, estudiando becada, mucha gente me preguntaba cómo podía vivir siendo tan machista la sociedad. Pero ah, cuando llegué me encontré con que no es que fuera más o menos machista (no tengo un ranking de dónde están menos oprimidas las mujeres, perdón), sino que la misoginia se manifestaba muy diferente y más bien variaba. Y lo mismo pasa con China y con cualquier cultura que conozcan. Entonces Philipps ve lo que pasa en el patio del vecino y no voltea a mirar al propio nunca (lo cual, si pasara, creo que mejoraría el libro, porque justamente resaltaría cómo la opresión se manifiesta diferente en contextos diferentes). Resulta chocante, un poco.

Ahora, al tema que me atañe: hay un poquito del libro entre la propaganda anticomunista. Al principio creí que eran mis ideas, pero luego llegué a la página 99 y descubrí que no. Vean este fragmento: 
Mientras comían sopa de codorniz y rollitos primavera, el señor Li les contó que hasta 1968 había sido profesor de historia antigua de China. Entonces llegó al Revolución Cultural y con ella el odio de los comunistas hacia todos los profesionistas. Médicos, maestros, profesores, todos eran sospechosos porque por su profesión acostumbraban pensar demasiado.
—La gente que piensa siempre es considerada una amenaza en los países no democráticos. No fue diferente con Hitler —añadió el padre de Lea.

Alta ahí la comparación de un régimen fascista con uno comunista. Pero antes de meterme a eso (porque obviamente tiene una agenda mencionar a Mao junto a Hitler, como si fueran cada uno lo mismo y no hubieran escrito de política con enfoques totalmente contrarios), voy a buscar algo que escribió/dijo Mao en Contra el culto a los libros:
Si usted no ha investigado un problema, se le priva del derecho a opinar sobre él. ¿Es esto demasiado brutal? No, en lo más mínimo. Puesto que no ha investigado el estado actual del problema ni sus antecedentes, e ignora su esencia, cualquier opinión que exprese al respecto no pasará de ser un disparate. Decir disparates, como todo el mundo sabe, no resuelve nada; así, ¿qué habría de injusto en privarlo del derecho a opinar? Muchos camaradas no hacen más que lanzar disparates con los ojos cerrados; esto es una vergüenza para un comunista. ¿Cómo puede un comunista decir tonterías con los ojos cerrados?
¡Inadmisible!
¡Inadmisible!
¡Hay que investigar!
¡No decir disparates!
Por supuesto, el investigar requiere pensar, reflexionar. Y no es sólo leer, debatir sobre un problema ayuda a reforzar nuestros argumentos y conocer otras posturas. Este es un tema que también es un tema que se aborda en La mitad del cielo, donde se habla de cómo se animaba el debate en las escuelas y en las comunidades durante el apogeo de la revolución cultural. O sea, tanto así como "estaba prohibido pensar" pues no. Y ojo, que la Revolución Cultural igual no fue perfecta e igual e cometieron errores, pero oigan, hay que criticar bien, no con frases del tamaño "es que con Hitler era lo mismo", "no se podía pensar". Y ya, cierro mi caso con eso. Voy a otro tema (que mira que un libro de menos de 150 páginas me hace rantear con ganas).


Por otro lado, la prosa es... plana, se puede atisbar cierto interés aleccionador (que a estas alturas no cabe en libros para jóvenes, sino que yo considero más interesante el que los textos abran debate) más que un interés literario de contar una historia sobre la cual se debata. Los personajes tienen un poco de evolución (Luca y Lea en especial), pero aún así siento que podrían estar mejor desarrollados y que la historia tiene un muy mal ritmo y que este va a trompicones y como puede. O sea, dejemos en que odié este libro y que no lo recomiendo, pero que si lo quieren leer los animo a hacer una lectura crítica de él. 

domingo, 7 de julio de 2019

La aprendiz (Crónicas del mago negro #2), Trudi Canavan | Reseña

Sinopsis: Sonea es la única aprendiz del gremio de los magos que no proviene de una familia rica y poderosa, pero eso no le supone ningún problema mientras cuente con la protección de Rothen y Dannyl. Sin embargo, cuando empiezan a circular ciertos rumores malintencionados sobre Sonea que obligan al Gran Lord Akkarin a intervenir, la intrépida aprendiz se encuentra ante una difícil disyuntiva: ¿debe mantener oculto el oscuro secreto del Gran Lord o, al contrario, ha llegado el momento de sacar a la luz una terrible verdad?


Después de leer el primer libro tuve una sospecha. Ahora que acabé de leer el segundo libro, la confirmé: esta trilogía no debería ser una trilogía, sino un libro solito. Un tochaco, pero un libro sólo, al fin y al cabo. Noto que la trama relacionada con el mago negro es la principal y que todo lo demás es accesorio para rellenar espacio. La aprendiz es un libro muy largo para la trama que tiene (El gremio de lo magos, por otro lado, ya dije que se sintió desaprovechado en algunas cosas porque el descenlace pudo ser mejor y la relación entre las clases de Kyralia pudo haberse explotado más). Hasta ahora, la trama individual de cada libro no merece todas las páginas que le dan, parece que se va arrastrando como puede mientras el resto del libro se dedica, sí, al mago negro y al misterio que esconde. Lorlen, el administrador, Rothen (por momentos) y Dannyl, todos, están inmersos en la trama que concierne al mago negro y Sonea... bueno, Sonea está ahí. Es tan triste lo accesorio que es que por más que le han buscado que hacer, queda muy opacado por los demás. Pero a ver, como dijo Jack el destripador, vamos por partes. 
 
Sonea en este libro
Cosas que se me hubieran ocurrido a mí para que Sonea no fuera sólo un accesorio durante el libro: que se empezara o se intentara resolver el misterio de dónde viene su magia (porque es lógico que alguien se lo pregunte, especialmente ella), que su investigación sobre los pasadizos de la universidad tuviera mucho más peso, porque al final queda en nada, que se explorara más su relación con el Gran Lord Akkarin (o que investigara aunque fuera infructuosamente sobre él). Lo triste de la trama de Sonea es que se reduce al bullying. Regin, el antagonista del libro, es, al igual que Fergun, en el libro pasado, un antagonista penoso. No es que esté mal construido, porque sus motivos son muy claros (existe mucha gente como él en el mundo real, decidida a hacer que los que considera inferiores lo pasen mal) y es entendible su forma de ser, pero no pasa ser ser un reflector para que veamos lo buena persona que es Sonea. Regin es literalmente El Aluminio (¡hay un tipo de personaje que se llama así y yo no lo sabía! Lo aprendí en un video ensayo sobre Mr. Peanutbutter de Bojack Horseman), cosa que se explica acá (El Aluminio es ese personaje que existe para resaltar las características de otro, ya sea positivas o negativas; por ejemplo, Draco Malfoy es un personaje de ese tipo hasta antes del sexto libro de Harry Potter). Regin y Sonea comparten algunas características (son magos fuertes, son inteligentes, estudiosos y dedicados) y contrastan en muchas otras (Sonea viene de las barriadas, es losde y no encaja entre los magos; Regin es todo lo contrario). La presencia y actitud de Regin nos recuerda que Sonea es buena persona, que no es cruel y que desencaja en el Gremio. Como si fuera un aluminio puesto detrás de una piedra preciosa para hacer destacar un poco más sus características (y he de ahí el nombre del tipo personaje). ¿Entonces, de dónde viene mi queja?



A ver, Regin me parece un villano patético. De todo el juego que podría dar, es un personaje mayormente plano (y a ver, esto per se no es malo, que un personaje sea plano significa que no evoluciona o cambia) con motivaciones demasiado simples. Me hubiera gustado que, o fuera alguien que evolucionara (para mal habría sido muy interesante, ¿hasta dónde sería capaz de llegar para demostrarle a Sonea que no pertenece?) o que sus motivos hubieran sido más complicados y contradictorios como los seres humanos (por ejemplo, que hubiera sido más explicito el conflicto que le causa que Sonea sea buena en la magia al mismo tiempo que está convencido de que es inferior, porque así funciona el mundo). El primer libro mostraba mucho esta clase de cosas, aunque sutiles, estos conflictos interiores. Aquí es todo más blanco o negro y no hay matiz alguno (aunque bueno, yo voto porque las barriadas armen su ejército revolucionario, dinamiten el gremio y pongan a los magos verdaderamente al servicio del pueblo y no del rey) y, por eso, Regin no pasa de un villano patético y de relleno. Es relleno porque el verdadero villano (o no, quien sabe, todo es muy misterioso) es otro. La trama principal de la trilogía brilla mucho más, aunque este libro sólo se dedique al desarrollo, sin cerrar ni un sólo hilo argumentativo (por eso digo que hubiera sido mejor que toda la historia fuera un libro autoconclusivo, porque la estructura narrativa da para eso).

Yo a Regin

Bueno. Hablando de la trama principal, ahora quiero tratar cosas que mejoraron con respecto al primer libro. Dannyl tiene mucho más espacio de brillar (y Rothen queda opacado, una lástima). A través de sus ojos conocemos el resto del mundo que ha creado Trudi Canavan (que la verdad es que no invirtió demasiado en matices con las descripciones de sus reinos, pero bueno, no diré nada de eso todavía, quiero esperar a la conclusión). El personaje que acompaña a Dannyl, Tayend of Tremmelin es tremendo personaje, me encanta el desarrollo que tiene (aunque la verdad es que Trudi Canavan no sabe escribir slowburns amorosos, uno se huele desde el principio lo que está pasando, pero no hay tensión alguna y los diálogos en esas cuestiones siempre salen forzados, no sé que le impide ser más natural). Debo confesar además que me sorprendió encontrar alguna clase de representación LGBT en este libro porque no es algo común en la fantasía y me parece que Canavan tuvo mucho cuidado con como la introducía. El libro se publicó originalmente en el 2002 y en ese entonces que yo recuerde, la fantasía siempre se promovía como algo de chicos (muy muy fuertemente), todavía estábamos oyendo de cómo los libros de fantasía eran satánicos (especialmente, este tipo de libros, que hablaban de magia negra y esas cosas) y los libros con contenido LGBT nunca eran para jóvenes. La trama que toca esos temas es interesantes y creo que da para el debate y, sobre todo, nos muestra un panorama diferente en la literatura fantástica al que conocemos ahora (donde existen libros como The Priory of the Orange Tree, por ejemplo). 

Por otro lado, Dannyl es el personaje por medio del cual exploramos cosas que tienen que ver con la magia y el pasado del Gran Lord Akkarin, lo cual vuelve su trama de lo más interesante. Agrega cosas al mundo que ya conocemos y pues, todo bien por ese lado. Akkarin es un misterio y un personaje muy críptico, necesito saber mucho más de él. Y cuando digo mucho es mucho. Justo si el tercer libro me da mucho material me encantará. Pero necesito información, estoy así:

  
Bueno, ese es el libro, un extraño desastre narrativo lleno de relleno, que arrastra sus tramas como puede. Voy a acabar la saga porque pues ya sólo me falta un libro y no pierdo nada. Pero que quede claro que yo dinamitaba Kyralia porque es un sociedad con todo lo malo que tiene una sociedad de clases (o sea, Canavan la armó muy bien) y eso es justamente lo que me gusta. En el fondo se puede adivinar alguna crítica, aunque por como la esritora maneja el tema, no espero un cambio muy significativo para el final de la saga, a ver con qué me sorprende. Esta vez no se si recomendarles el libro porque admito que hay cosas que tienen potencial, pero les juro que se me hizo super cuesta arriba leerlo todo y sufrí un poco porque sentía que la trama de Sonea no servía para prácticamente nada (no me equivoqué, aunque fue un alivio ver que le ayudaba aunque fuera a desarrollarse un poco como personaje) y porque todo el mundo iba dando tumbos por ahí con la excepción Dannyl. Por cierto, hay un misterio de asesinatos, pero ni lo menciono porque no tiene prácticamente ninguna relevancia en el libro (considerando el tiempo y las páginas que les dan), supongo y espero que serán para la secuela.

Nos vemos en la próxima reseña. 

viernes, 5 de julio de 2019

Cómo planeo para el #CampNaNoWriMo

¡Hola a todos! Hoy no es día de hablar de libros sino hablar de escribir porque estamos en el mes del Camp NaNoWriMo (ya saben que se hace uno en abril y otro en julio y si no saben pues lo acaban de averiguar). El Camp funciona como entrenamiento para el NaNoWriMo en noviembre, ya saben, cuando uno va por todo o nada (50K palabras o 50K palabras). Ya una vez escribí una serie de consejos donde sobre todo les recomendaba aprovechar la flexibilidad del Camp a la hora de fijarse una meta, que les recomiendo que chequen si lo están haciendo ahora mismo y planean hacerlo dentro de poco. Hoy vamos a hablar un poco de planeación. Hasta yo, conocida por hacer outlines de tres líneas, planeo cosas. Bueno, les voy a contar un poco de que hago con unos cuantos consejos.


A ver, los NaNoWriMos son retos de cantidad y no de calidad. Esa es la primera cosa que quiero dejar en claro, porque sé que muchas personas se sienten mal cuando sienten que sus borradores no están quedando tan pulidos como querían, que la planeación se salió un poquito de control o que de repente están trabados porque lo planeado ya no les gustó y necesita ajustes. Para empezar, ningún primer borrador es excelente. Todo necesita que lo veamos con ojos descansados (por eso dejar las cosas a reposar unos días después de terminarlas es buena idea) y corrijamos. Nadie se salva de ese trabajo del mal. Después de corregir una vez, hay que corregir otra y otra y otra. No hasta el infinito porque si o nunca tendremos algo terminado, pero se entiende. Así que el chiste es sacar adelante la historia. Como sea, pero que la estructura o el esqueleto salga como nosotros queremos para corregir sobre eso. Por eso planeo algunas cosas. Ahora sí, me voy a ir por partes para decirles lo que hago y soltarles consejos o recursos.

Hojas de personajes


Soy una persona que suele escribir historias character-driven, por lo que para mí lo más importante es tener claro quienes son los protagonistas. Siempre me ha gustado hacer fichas porque soy una master de hacer fichas para partidas de rol por foro enormes, con backstory enorme y muchos detalles para luego desarrollar todo on-rol. Sin embargo, para las novelas, me voy más a lo simple y básico que a las fichas muy largas. ¿Por qué? Porque en el rol tu ficha la va a leer otra persona y es importante que tenga todos los elementos del pasado de tu personaje que tu consideres importantes para su historia y porque es una carta de presentación. El rol narrativo, ese que se juega por foro, es otro tipo de storytelling colectivo donde cada quien va aportando poco a poco y no es lo mismo que escribir una novela solitariamente. Así que no necesitas tanta cosa, menos para proyectos como el NaNoWriMo. Así que acá va el primer consejo: si haces fichas de personaje (y no es mala idea hacerlas si eres character-driven), que estas sean lo más concisas posibles.

Además, sé consiso en qué personajes obtienen una ficha. Yo sólo la hago para protagonistas, personajes con un papel muy amplio o significativo en la trama y antagonistas. El resto a pastar, que no hay tiempo que gastar en personajes que aparecen una línea y no son tan significativos como otros. 


Por otro lado, sé que hay quien hace modelos de fichas y es bueno tenerlas en cuenta. Pero no te quedes con un modelo estático. Yo usualmente diseño las mías propias, porque tienen tan pocos campos que me suele quedar grande todo. Además, lo hago porque con cada proyecto soy flexible. Por ejemplo, con un proyecto no me sirve describir con detalle la apariencia de alguien en la ficha y en otro proyecto sí. En un proyecto necesito saber edades o a qué se dedican y en otro no... O sea: pon lo que sea relevante para la historia. Por poner dos ejemplos:

1) Proyecto A: Tengo un setting post-apocalíptico, necesito saber cómo sobreviven o se ganan la vida mis personajes. Así que además del nombre y la edad, agrego ocupación a la ficha y ahí pongo como se dedican a sobrevivir. No necesito nada más, pero dejo un campo vacío sobre cosas relevantes para ir escribiendo cosas que no debo olvidar conforme vaya avanzando en la novela.

2) Proyecto B: Es de Fantasía Urbana en la Ciudad de México e incluye dioses de la mitología mexica. Todos ellos pueden presentarse ante el resto con una apariencia humana, pero quiero que tengan elementos de sus representaciones como dioses, entonces además de poner quiénes son, cómo se hacen llamar para aparentar ser mortales, describí su aspecto, especialmente los detalles que tienen que ver con su identidad divida y esas cosas.
Ejemplo del proyecto B

No se crean que mis fichas son muy largas, no pasan de una hoja en una libreta no muy grande. Como dije, ser conciso es lo mejor porque además te ayuda a descubrir muy fácilmente los motivos de tu personaje o te obliga a poner en pocas palabras cuál es su núcleo. Además de eso, suelo poner como dato curioso cuál es su moral alignment si es que tienen alguno o, en otros cosas, en que casa (o casas) estarían si yo estuviera escribiendo un Hogwarts AU (universo alternativo), lo cual me funciona porque debido a que escribo fanfics de Harry Potter, conozco diversos arquetipos de diversas casas y puedo aplicarlos fácilmente. O sea, lo de hacer fichas de personaje, mientras más flexible y conciso, mejor para mí.

El truco es experimentar y descubrir qué te funciona (pero recuerda, lo de hacer cosas simples es un buen consejo).

Outlines (o escaletas)


Soy la reina de hacer outlines de tres líneas o muy breves y lo recomiendo ampliamente para proyectos como estos. ¿Por qué? Primero, son proyectos de escritura a la que yo le digo de fondo. No son imporsibles, son proyectos que pueden ayudarte a hacer de la escritura un hábito (que es escribir diario hasta lograrlo), pero también son proyectos donde la frustración puede atacarte desde todos los ángulos. Primero, porque sientes que lo que estás escribiendo no es suficientemente bueno (recuerda, es un primer borrador, tendrás oportunidad de pulirlo, no debe ser perfecto a la primera); puede atacarte el síndrome del impostor (¡dale con una silla hasta que se vaya...! Vale, no, ojalá fuera tan fácil de correr); puede frustrarte tener una planeación detallada porque estás trabado o trabada en alguna parte que no sabes como cambiar sin deshacer todo o porque ya te fuiste por otro lado. La mejor forma de evitar eso es hacer un outline flexible. 


¿Cómo lo hago yo? Marco un punto de partida, en general, es muy bueno empezar a narrar la historia allí donde todo empieza a cambiar. O sea, nuestros personajes tenían vidas aparentemente normales (en su setting, claro, la definición de normal es extremadamente flexible) hasta que... *inserte aquí cosas que pasan*. De ahí, la cosa queda muy libre, pero siempre, siempre, siempre marco cuál será el final o descenlace para tener siempre claro a dónde debo llegar. Eso evita desvíos o rodeos enormes. Además, marco un par de puntos clave que sé que necesito poner en alguna parte y lo demás lo dejo libre. Por supuesto, cada quien es libre de marcar todas las cosas que crea importantes, pero la flexibilidad ayuda a que un outline sea adaptable al cambio y a que la escritura no se vuelva frustrante porque no hay suficiente espacio para experimentar en el momento.


Hay que ser cuidadosos a la hora de escribir para no acabar con desmadres, pero la verdad es que en mi experiencia es lo que más me da resultado. Por supuesto, esta no es una receta para todo el mundo, cada quien tiene que experimentar con cómo funciona mejor (es más, hay personas que no hacen el NaNo o proyectos parecidos porque no trabajan bajo presión y eso está bien, a cada quien según sus necesidades y de cada quien según sus capacidades). Esos son todos mis consejos por hoy, ¡sigan escribiendo! (Y a ser posible, ahuyenten al síndrome del impostor a patadas o como mejor les funcione, no compren la idea de que los escritores son unos cuantos talentos impresionantes: si escriben, son escritores).