Kabu-Kabu es una expresión comúnmente usada en Nigeria para referirse a taxis sin registro e ilegales. Nnedi Okorafor dice que te llevan allá a donde necesitas ir y este libro hace lo mismo. Este libro hace un viaje por la mitolofía y el folclore nigeriano y te los pone enfrente, te los presenta, te muestra otra manera. Pero bueno, vamos por partes y empecemos por el principio (y perdonen el pleonasmo).
Resulta que este libro lo leí para el maratón #GuadalupeReinas2018 que organizamos en Libros b4 Tipos al que deberían anotarse porque es el mejor maratón del año y no pueden perdérselo. Lo leí para la consigna de "una autora racializada". Aunque no soy precisamente fanática del término racializada, porque la "raza" es finalmente algo que se ha usado desde las clases dominantes para establecer quién es superior y quién no. Se usó para decir que algunos merecían ser esclavizados y vendidos. Se usó para arrebatarle sus tierras a mucha gente. Ahora se usa para referirse a toda persona que no sea considerada blanca (que sigue siendo todo un debate) y, dado que este año en Libros b4 Tipos llevamos a cabo la #TravesíaFeminista, que consistía en leer a autoras de todo el mundo, nos pareció una consigna interesante.
También existe la creencia de que en esa consigna el libro que uno eligiera tendría que sí o sí hablar de raza de manera explícita. Y no. Kabu-Kabu es un libro que no habla del tema de manera explícita, no tanto, pero de todos modos lo hace. Cada página impregnada con el folclore nigeriano y las leyendas nigerianas nos lo recuerda. Es una cultura distinta, un modo de vida distinto. Distintas leyendas y distintas costumbres. Lo intuímos a cada página porque es imposible no hacerlo. Nnedi Okorafor no es condescendiente con sus lectores. Si quieres saber de los mitos y de las leyendas que habla, más te vale buscarlas tú. Ella habla de los buscadores del viento (¿cómo se traduce windseeker?), de taxis que viajan en otras dimensiones, de alfombras mágicas. Mis cuentos favoritos son, sin duda, aquellos que hablan de los windseekers.
También es notable el cuento (más bien novella) que le da título al libro, Kabu-Kabu, de una mujer que necesita llegar al aeropuerto de manera desesperada para poder llegar a Nigeria a la boda de su hermana y toma un taxi sin registro, que atiende un hombre Nigeriano que le dice que quizá no llegue a donde quiere, pero sí a donde necesita estar. Toda clase de clientes extraños se suben al taxi y la mujer, al principio escéptica, se encuentra en el medio de un popurrí de criaturas fantásticas. Además de eso, a mí me hizo bastante gracia un cuento de una alfombra voladora bastante protectora.
Este es mi segunda acercamiento a Nnedi Okorafor y definitivamente es una autora que recomiendo. La primera vez que la leí fue durante el maratón pasado, cuando leí Akata Witch. Sus cuentos también son muy buenos y no puedo esperar para seguir leyéndola en adelante. Ojalá sea siempre tan satisfactorio adentrarme en sus historias y, además, ojalá pronto traduzcan Kabu-Kabu al español, porque aun no existe una traducción disponible (aunque es buena idea para practicar inglés nivel intermedio, bastante recomendado).
Otra historia que me gustó bastante, para seguir picándoles la curiosidad, es una historia que transcurre al mismo tiempo que la guerra de Biafra, que aconteció por allí de los años sesenta/setenta. Es un episodio bastante importante en la historia de Nigeria que, sin embargo, no tiene mucho lugar en la Historia con mayúscula del mundo occidental (otro libro que trata el tema, si les interesa, es Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie). Además de ese, el primer cuento es una aguda crítica al cliché del Magical Negro, que también les recomiendo mucho: es corto, divertido y hace una buena crítica sobre el espacio que ocupan muchas veces los negros en la literatura o el cine.
Otro de mis cuentos favoritos es el de Tumaki, que es un romance entre un rainmaker (hacedor de lluvia) y una chica musulmana. Tiene varios fragmentos que me gustaría citarles, pero la mayoría de ellos son spoilers, sin embargo, hay uno que me gusta mucho y que les voy a poner acá abajo a ver si así los convenzo de darle una oportunidad a este libro:
Resulta que este libro lo leí para el maratón #GuadalupeReinas2018 que organizamos en Libros b4 Tipos al que deberían anotarse porque es el mejor maratón del año y no pueden perdérselo. Lo leí para la consigna de "una autora racializada". Aunque no soy precisamente fanática del término racializada, porque la "raza" es finalmente algo que se ha usado desde las clases dominantes para establecer quién es superior y quién no. Se usó para decir que algunos merecían ser esclavizados y vendidos. Se usó para arrebatarle sus tierras a mucha gente. Ahora se usa para referirse a toda persona que no sea considerada blanca (que sigue siendo todo un debate) y, dado que este año en Libros b4 Tipos llevamos a cabo la #TravesíaFeminista, que consistía en leer a autoras de todo el mundo, nos pareció una consigna interesante.
También existe la creencia de que en esa consigna el libro que uno eligiera tendría que sí o sí hablar de raza de manera explícita. Y no. Kabu-Kabu es un libro que no habla del tema de manera explícita, no tanto, pero de todos modos lo hace. Cada página impregnada con el folclore nigeriano y las leyendas nigerianas nos lo recuerda. Es una cultura distinta, un modo de vida distinto. Distintas leyendas y distintas costumbres. Lo intuímos a cada página porque es imposible no hacerlo. Nnedi Okorafor no es condescendiente con sus lectores. Si quieres saber de los mitos y de las leyendas que habla, más te vale buscarlas tú. Ella habla de los buscadores del viento (¿cómo se traduce windseeker?), de taxis que viajan en otras dimensiones, de alfombras mágicas. Mis cuentos favoritos son, sin duda, aquellos que hablan de los windseekers.
También es notable el cuento (más bien novella) que le da título al libro, Kabu-Kabu, de una mujer que necesita llegar al aeropuerto de manera desesperada para poder llegar a Nigeria a la boda de su hermana y toma un taxi sin registro, que atiende un hombre Nigeriano que le dice que quizá no llegue a donde quiere, pero sí a donde necesita estar. Toda clase de clientes extraños se suben al taxi y la mujer, al principio escéptica, se encuentra en el medio de un popurrí de criaturas fantásticas. Además de eso, a mí me hizo bastante gracia un cuento de una alfombra voladora bastante protectora.
Este es mi segunda acercamiento a Nnedi Okorafor y definitivamente es una autora que recomiendo. La primera vez que la leí fue durante el maratón pasado, cuando leí Akata Witch. Sus cuentos también son muy buenos y no puedo esperar para seguir leyéndola en adelante. Ojalá sea siempre tan satisfactorio adentrarme en sus historias y, además, ojalá pronto traduzcan Kabu-Kabu al español, porque aun no existe una traducción disponible (aunque es buena idea para practicar inglés nivel intermedio, bastante recomendado).
Otra historia que me gustó bastante, para seguir picándoles la curiosidad, es una historia que transcurre al mismo tiempo que la guerra de Biafra, que aconteció por allí de los años sesenta/setenta. Es un episodio bastante importante en la historia de Nigeria que, sin embargo, no tiene mucho lugar en la Historia con mayúscula del mundo occidental (otro libro que trata el tema, si les interesa, es Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie). Además de ese, el primer cuento es una aguda crítica al cliché del Magical Negro, que también les recomiendo mucho: es corto, divertido y hace una buena crítica sobre el espacio que ocupan muchas veces los negros en la literatura o el cine.
Otro de mis cuentos favoritos es el de Tumaki, que es un romance entre un rainmaker (hacedor de lluvia) y una chica musulmana. Tiene varios fragmentos que me gustaría citarles, pero la mayoría de ellos son spoilers, sin embargo, hay uno que me gusta mucho y que les voy a poner acá abajo a ver si así los convenzo de darle una oportunidad a este libro:
The first time I ever kissed a girl was accompanied by a chorus of simultaneous lightning, thunder, and a torrential rain and tasted like the wind and aquatic roses.
The moment was poetry.
¡Hola!
ResponderEliminarTengo SUPER PENDIENTE A ESTA AUTORA, espero que en el 2019 me ponga de una vez y por lo menos lea uno de sus libros, que ya va siendo hora...
¡besos!