Febrero es el Black History Month, que literalmente significa mes de la historia negra. Es algo anual en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido para recordar la importancia y relevancia de las personas afroamericanas en la historia y básicamente para darles visibilidad. Ya ustedes se preguntarán por qué no tenemos un mes de la historia blanca, bueno, es básicamente porque ¿han visto sus libros de historia? Sí, mucho blanco, incluso pata un país Latinoamericano. Bueno, bueno, bueno, ahora quizá piensen: ¡pero en México eso no tiene sentido y/o relevancia, no tenemos comunidad negra! ERROR: sí la tenemos y no está reconocida oficialmente, aunque llevan peleando por ello muchísimos años. Se les conoce como afroamexicanos y han sido borrados de la historia, literalmente. Por eso no tienen ni idea de que la comunidad existe.
Pero, ¿por qué no tendríamos una comunidad afromexicana, cuando los españoles trajeron a esclavos negros? Por supuesto, México no es los Estados Unidos, donde el matrimonio interracial estuvo prohibido por ley hasta los 60s: aquí estamos todos bien mezclados y algunos ni sabemos que traemos exactamente en los genes (bueno, yo sí se que mis abuelos paternos eran blanquitos o al menos daban el gatazo, pero los maternos eran una mezcla de sabrá dios qué, con índigena e italiano incluido por ahí). Aun así, a las comunidades inígenas se les reconoce oficialmente su existencia, que ya es algo. Siguen marginados y olvidados, porque aunque los mexicanos nos cagamos en los europeos y en la colonización y en la violencia, sólo recordamos las raíces índigenas cuando nos conviene. Así que si así de discriminados están los índigenas, ya se imaginarán en qué estado se encuentra la comunidad afromexicana, a la que ni siquiera se le reconoce su existencia.
Ellos son los descendientes de los esclavos africanos que trajeron los conquistadores, los mismos esclavos que Bartolomé de las Casas condenó indirectamente para salvar a los indígenas (indios, para los españoles de ese entonces) de la esclavitud. Se mezclaron, pero existieron. Sus descendientes aún están aquí. ¿Sabían de ellos? Hasta hace cuatro años, yo tampoco. Que sí, que estamos todos mezclados, que todos somos mestizos y lo que quieran, pero el color de piel sigue siendo importante en las partes más rancias de la sociedad y, cuando ni siquiera te reconocen la herencia que traes, ¿qué eres?
Bueno, no soy la gran experta en el tema, aún, pero si quieren saber más de la comunidad afromexicana, pueden dirigirse a este bonito artículo que yo leí: Prescencia negra en México. También pueden simplemente googlear y buscar, pero procuren usar fuentes confiables, por el amor del Dios en el que no creo.
Ahora sí, ¿de qué se trata esta entrada? Pues tiene recomendaciones, algunas bastante misceláneas; lo que estás recomendaciones tienen en común es que son escritores de color, específicamente negros, películas sobre el tema, libros que tratan el racismo contra los negros o simplemente retratan a un protagonista de color, etcétera. Ahora sí, ¡empezamos!
Autores
¿Por qué leer a autores de otras razas y nacionalidades y culturas? Para encontrarse con distintas perspectivas y distintos temas y aprender a ver el mundo con unos ojos que no son tuyos. Como este es el Black History Month, voy a recomendar a tres autoras (sí, autoras, siendo cierta predilección por las mujeres) que algunos seguramente conocen.
Chimamanda Ngozi Adichie
Quizá han oído su nombre por allí, en algún lugar de la blogósfera. ¿Qué les puedo decir de ella? Bueno, Chimamanda es una escritora nigeriana que nació en una aldea llamada Abba y vivió los primeros años de su vida en Nsukka, sede de la universidad de Nigeria y donde está ambientado una parte de su libro Medio sol amarillo (Half of a Yellow Sun). Estudió en los Estados Unidos en tres diferentes universidades, con diferentes becas; de hecho, publicó su primer libro, Purple Hibiscus mientras aún se encontraba estudiando en Connecticut. Hoy en día vive entre Nigeria, donde imparte talleres de escritura creativa, y los Estados Unidos. Sí, todo ese párrafo fue para que conocieran un poco más a Chimamanda, pero, ¿qué escribe ella?
Por lo poco que he leído (apenas tres libros y un ensayo), escribe de Nigeria, en negritas y hasta con letras neón. Ella misma reconoce que sus protagonistas eran blancos (porque todos lo eran en los libros que leían) hasta que leyó a otros escritores Nigerianos y descubrió que existían las historias de gente como ella, las historias de su país. Chimamanda escribe de Nigeria, de mujeres, de africanos emigrantes, de africanos que no quieren irse de africa. Para dejarlo más claro, escribe de nigerianos casi siempre, igbo, como ella (aunque alguna de sus protagonistas ha sido yoruba o hausa, las otras dos tribus mayoritarias en Nigeria).
Tiene dos pláticas en TED, quizá también las conozcan. The danger of a single story nos dice como no somos algo único e inamobible, como no todos los africanos se parecen y por eso existe esa necesidad de crear mil y un historias para ellos. Desde que empecé a leer a Chimamanda y tuve la oportunidad de conocer gente que veía de África, el continente me fascina. ¿Saben por qué? Porque es tan poco en realidad lo que conocemos de él, lo poco que sabemos. ¿Qué lenguas se hablan? ¿Qué colores de piel, desde el norte, donde hay más árabes, hasta el sur? Parece que la única historia que nos llega desde África es la guerra (y los niños soldados) y fuera de eso África no es nada más. Pero conocer personas de muchísimos países en África (Egipto, Sudán, Sudán del Sur, Libia, Nigeria, Chad y hasta Lesotho) me abrió los ojos y me hizo ver que África comparte algo con el resto de los continentes: una cantidad de culturas y tradiciones que nunca podría acabar de leer y escuchar.
Por eso, mientras Chimamanda quiera, que cuente historias. De sus libros, mi favorito es Americanah, aunque Algo alrededor de tu cuello le sigue muy de cerca.
Toni Morrison
¿Cómo no iba yo a poner a la primera mujer negra en ganar un Premio Nobel de Literatura? Aunque lo consiguió recién en el año 1993 (sí, todo eso se tardó la Academia Sueca en reconocer a una mujer negra, aunque no es de extrañar, sólo hay que ver la ínfima cantidad de mujeres que han sido reconocidas con este premio). Lo consiguió después del Pulitzer, que ganó por su novela, Beloved, en 1988. De eso, lamento decirles que no tengo datos sobre si fue la primera mujer afroamericana (básicamente porque no me dio tiempo de revisar el color de piel de todas las galardonadas, aunque, créanme, apunto estuve).
¿Qué les puedo contar sobre Toni Morrison? Nació en Ohio en 1931, todavía está viva y es una combatiente por los derechos civiles. De hecho, es muy comprometida en su lucha contra el racismo y la comunidad negra en los Estados Unidos es algo que está sumamente presente en todos sus libros. Hay historias que recorren toda la historia que ha sufrido la comunidad negra en su país, recordándonos que los afroamericanos no son sólo el esclavismo y la falta de derechos civiles. Aparte del racismo, que permea sus vidas, sí, son mucho más. Son mil y una historias de buscar la libertad, de amistad, de búsqueda. En el mundo de hoy, se ha opuesto al resultado de la elección en los Estados Unidos y ha hablado de cómo el miedo a perder el privilegio blanco ha sido lo que ha llevado a esos resultados.
Toni Morrison es una persona increíble, muy inteligente, que ha escrito muchísimos libros. Pero si lo quieren poner en perspectiva, cuando ella nació, todavía no podían haber matrimonios interraciales (que fue legalizado hasta 1967 y en este link pueden leer la historia), Rosa Parks aun no se había negado a ceder el asiento a un blanco en 1955 (lo que significaba que los lugares para negros y blancos seguían separados) y la lucha por los derechos civiles aún no explotaba. Ahora mucha gente se llena la boca diciendo que somos iguales, pero se les olvida que ese pasado oscuro, donde la discriminación sistemática era aun más notoria, no está tan lejos como creemos.
Bueno, total, lean a Toni Morrison, se encontrarán con otra perspectiva, con un montón de historias de antes de que Rosa Parks se negara a ceder su asiento, con esa realidad que muchos hacen como si no hubiera existido.
Maya Angelou
Maya Angelou nació en un mundo parecido al de Toni Morrison, pero en St. Louis, Missouri. Murió hace unos años. ¿Qué la hace tan especial? Bueno, ella se convirtió en escritora sólo después de pasar por otras mil profesiones, entre las que se incluía cocinera, actriz, bailarina y hasta prostituta. Fue periodista en Egipto y en Ghana durante la descolonización de África (aunque que ocurrió hace no mucho tiempo), elenco en la ópera Porgy and Bess. Maya Angelou fue una mujer que realmente se dedicó a todo. Estuvo activa durante la lucha por los derechos civiles y trabajó junto a Martin Luther King Jr. y Malcom X. Y finalmente, publicó un libro mundialmente conocido: I Know Why The Caged Bird Sings.
Algunos han dicho que Angelou revolucionó el género de la autobiografía, expandiéndolo. En muchos de sus libros discute su vida, hace crítica, analiza. Sus libros casi siempre se centran en el racismo, la familia, identidad y viajes. Es muy conocida y si no la conocen realmente les recomiendo levantar I Know Why The Caged Bird Sings y empezar a leer. Maya Angelou fue una guerrera y nunca dejó de luchar, es una superviviente de abuso sexual y es una persona que hizo de todo en su vida. Dio a luz a su hijo con diecisiete años e hizo de todo para mantenerlo, hasta regentar un burdel. De hecho, Angelou fue una de las primeras mujeres afroamericanas en discutir públicamente (publicar su autobiografía, vaya) su vida privada.
Películas
Vivimos en un mundo donde el 90% de las cosas que se hacen estpan dirigidas a la gente blanca (y a los hombres). Ok, quizá sí me saqué la estadística de los bajos fondos un poco, pero parece que los afroamericanos están condenados a hacer el esclavo, la limpieza, el trabajo sucio o ya por ahí, el sidekick ocasionalmente gracioso. Son estereotipos. Así que vamos con películas cuyo centro son los negros (y que no son de esclavismo, porque, en serio, no toda la historia de los negros se reduce al esclavismo.
Dear White People
Estas son las visas de muchos estudiantes negros en un colegio de la Ivy League. Uno de esos en donde sólo entras cuando eres muy inteligente, tienes diez mil becas o papás ricos, y además impresionaste a miles de personas. O yo que sé. No estudio en un colegio Ivy League, sólo conozco lo que Hollywood y la gente dice de ellos. Bueno, estos estudiantes son negros. Y todos son diferentes. Por alguna razón, Hollywood a veces tiene esa creencia de que todos los negros que llegan a la universidad son pobres, brillantes, tienen becas deportivas y crea un patrón sobre ellos y no los deja salir de allí.
MEC. Error.
Entre otras cosas, Dear White People nos muestra todo un espectro de gente diversa, diferente, con diferentes opiniones. La película es satírica, porque no es ningún misterio para nadie que estos estudiantes son la excepción en lugares predominantemente blancos. Una de las protagonistas, Sam, tiene un programa de radio llamado justo como el título de la película donde critica y hace notar todas las actitudes racistas que tiene la gente blanca al rededor de ella y que probablemente muchos de ellos ni siquiera notan.
A mí lo único que no me gustó de la película es que a veces el guion es muy inconexo y no une bien las escenas, pero buena de eso, la sátira está buena.
Selma
Antes de empezar a hablar de ella, quiero hacer notar que esta película fue dirigida por Ava DuVernay, una directora de cine negra (que no fue nominada al Óscar por la película, a pesar de que bien que lo merecía). Ahora sí, empecemos. ¿De qué demonios se trata la película? Bueno, vamos a empezar con hablar de los derechos al voto en Estados Unidos, ¿les parece? Que sí, que ya se que parece que igual no tiene nada que ver si no saben de la película, pero bueno. Antes de la guerra civil (o sea, antes de la abolición de la esclavitud), algunos negros libres en algunos estados tenían derecho al voto. Después de la guerra civil, se promulgaron leyes para favorecer al voto negro. En la práctica la cosa no funcionaba.
Cuando Martin Luther King recibió su Nobel de la Paz, en 1964, en algunos estados aún se evitaba sismetmáticamente que los negros votaran (y si era complicado para los hombres, era un más complicado para las mueres). Sí, en serio. De hecho, en general, las sufragistas en Estados Unidos no fueron interseccionales y no lucharon por el voto de las mujeres negras (es más, en algunos casos, las feministas en Estados Unidos de esa ola, eran abiertamente racistas). Bueno, después de la guerra civil se promulgaron leyes, pero muchas de ellas fueron invalidadas y, aunque el Estado determinó penas federales a quienes intimidaran a los negros para no votar, grupos terroristas como el Ku Kux Klan siguieron en lo suyo. ¿Seguimos?
Las mujeres negras consiguieron el sufragio hasta 1920. A nivel estatal, se seguía impidiendo que los negros se registraran para votar de manera sistemática. Y luego vino la lucha de los derechos civiles. No fue hasta 1965 que se estipuló que estaba prohibido discriminar a alguien cuando se registrara para votar y ¿saben cuándo fue eso? Después de las Marchas de Selma a Montgomey, encabezadas por Martin Luther King, que son de lo que se trata la película. ¿Ya les interesó? Espero que sí, porque no les contaré nada más, salvo que la película ganó el Oscar a Mejor Canción Original y todos los premios en los que estuvo nominada en la Asociación de Críticos Afroamericanos.
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