Sinopsis: El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, Angela Y. Davis ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.
Bueno, yo sé que a mucha gente no le gusta que le digan que deben leer libros. Muy bien. En realidad no deben leerlo en todos los casos, pero creo que si son feministas o quieren ver el feminismo con una perspectiva de clase, este libro es una lectura prácticamente obligada. Por ahí empiezo mi introducción, el feminismo con perspectiva de clase. El feminismo, en la mayoría de sus corrientes, es un movimiento interclasista, que ignora las diferencias de clase entre las mujeres; aun a pesar de ello, muchas corrientes feministas han hecho grandes aportes a la teoría del movimiento. Por ejemplo, el feminismo radical nombró al patriarcado y le dio el significado con el que lo conocemos ahora. Sin embargo, el feminismo ha sido criticado muchas veces precisamente por ser un movimiento burgués (por ejemplo, durante el sufragismo) e ignorar las diferencias de las clases entre las mujeres. Por ejemplo, Alexandra Kollontai, bolchevique durante la revolución rusa y una mujer comunista, renegaba del feminismo precisamente porque este, en su tiempo, no trataba ni de cerca la cuestión de la mujer obrera. No se queda atrás Domitila Barrios de Chúngara, líder obrera en Bolivia, que durante un Encuentro de Mujeres en México, en el 79, si la memoria no me falla y no me equivoco, realizó más o menos, la misma crítica al feminismo. Espero poder hablarles con más calma de estas dos mujeres, que son admirables, aunque hoy nos vamos a dedicar un poco más a Angela Y. Davis.
Angela Davis es una activista afroamericana, marxista y profesora en la Universidad de California en Santa Cruz en los Estados Unidos. En 1969 la expulsaron de la Universidad de California (no la misma donde imparte clases ahora, pero perteneciente a la misma red), donde impartía clases de filosofía, porque descubrieron su afiliación al Partido Comunista de los Estados Unidos (y en Estados Unidos ya saben que la palabra Comunismos los hace sacar cañones, misiles y bloqueos económicos, cuando menos). Estuvo envuelta con el movimiento Panteras Negras y ha escrito varios libros, algunos de ellos donde habla de la liberación de las mujeres. Uno de esos libros es Mujeres, Raza y Clase, publicado por primera vez en 1981.
Ya sé que todavía no acabo la introducción, perdón. Les quiero poner un poco en contexto de donde sale mi lectura sobre este libro. Primero, es, obviamente,
mi interés por la teoría feminista y casi todo libro que trate la cuestión de la mujer y segundo, porque en
Libros b4 Tipos (
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goodreads) organizamos el maratón Guadalupe Reinas para leer 10 libros del 12 de diciembre al 6 de enero, todos escritos por mujeres, ya que nos dedicamos a la visibilización del trabajo intelectual femenino en su mayoría. Yo quería leer este libro de Angela Y. Davis desde hace tiempo y decidí que era un momento perfecto para hacerlo. Y vaya que fue buena idea. Ahora sí, aquí van todas mis razones para leer este libro:
1. Brinda un muy importante contexto histórico
En esta época del tiempo, en el que nos rodea el feminismo pop que viene de los Estados Unidos en su mayoría, creo que es muy importante darle un contexto desde los inicios de la mujer en la política, para entender de donde viene. La mayor parte del feminismo que llega desde allá es feminismo liberal o lo que yo llamo comunmente, Feminismo Emma Watson. Un feminismo que intenta hacer cosas, pero que conoce poco de teoría, que necesita sumergirse un poco más en su propia historia para entender de donde viene, en vez de, precisamente, casarse con el capitalismo (como lo hace la mayoría de las veces) y defender como empoderantes prácticas que tienen una raíz patriarcar sin analizar ni madres de nada. Pero bueno, volvamos a Mujeres, Raza y Clase.
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Sojourner Truth |
Habla de la historia de la mujer negra y en general de la comunidad negra desde el esclavismo y sus condiciones de desigualdad. Remarca, precisamente, que en condiciones de trabajo las mujeres negras eran tan explotadas como los hombres, por lo tanto, no existía una supremacía masculina del hombre negro. Sin embargo, en otras cuestiones, las mujeres si que sufrían graves desventajas, como la violencia sexual sistemática a la que eran sometidas. El libro rescata desde allí hasta la lucha por los derechos reproductivos de los sesentas y setentas, hablando de la condición de la mujer, del abolicionismo de la esclavitud y poniendo, siempre, en el frente a las mujeres negras y a las mujeres obreras.
Por supuesto, también habla del sugragismo, un movimiento que, curiosamente, nació con las mismas mujeres del movimiento abolicionista. Sin embargo, poco después del fin de la Guerra Civil, el movimiento sufragista tomó forma y nació un movimiento racista y clasista porque muchas de las mujeres que fueron reclutadas en esos tiempos eran mujeres de clase media, en el sur y los argumentos usados para convencerlas muchas veces rozaba en... supremacía blanca. Muchas sufragistas blancas aspiraban a encontrar la igualdad con los hombres blancos, más que la liberación de la mujer. También remarca como en medio del sufragismo, se veía al voto como un fin y no un medio para la liberación porque en general las sufragistas blancas de la época no se dieron cuenta que la emancipación política no equivalía a la económica.
En fin, les voy a dejar de contar el libro. Ahí. Pero que sepan que les puede brindar mucho contexto histórico de interés general.
2. Trata la causa de la mujer obrera y la opresión de clase en primer plano
Al hablar de la esclavitud, habla con gran énfasis de que la mujer negra siempre fue fuerza de trabajo, parte de la producción. Y cuando habla de la abolición de la esclavitud, rescata precisamente que las mujeres negras siguieron siendo, en gran parte, trabajadoras fuera del hogar. La mayoría de ellas en el ámbito doméstico o agricultor y algunas de ellas en la industria. Precisamente por ello destaca como la opresión por su condición de mujeres, por su raza y por su clase influyó de tal manera en toda su historia. Precisamente, cuando habla del sufragismo habla de como el sufragismo era un movimiento donde las mujeres negras eran virtualmente invisibles. Y ese no fue el único error del sufragismo, sino que también alejaba a las mujeres obreras blancas... simplemente al no entender sus demandas.
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Ida B. Wells |
Las sufragistas veían, como ya dije, el derecho al voto como un fin. La historia se ha encargado de contradecirlas y hacernos ver que el derecho al voto, si bien contribuye a la liberación de las mujeres, no es el fin de la lucha feminista, por más machos progres que nos lo quieran contar. Las mujeres obreras, en el tiempo de las sufragistas, estaban más preocupadas por sus problemas inmediatos: salarios, condiciones de trabajo, que por el derecho al voto y lo veían como algo abstracto que a saber en qué les iba a ayudar. Históricamente, la mujer obrera y trabajadora no se volcó completamente por el sufragio hasta que fue evidente como la emancipación política le podía ayudar a exigir mejores condiciones de trabajo y resolver, bueno, los problemas más urgentes que tenía.
Para Angela Davis el primer plano casi siempre son las mujeres con más desventaja. Si bien reconoce los avances de las sufragistas, de las abolicionistas, que eran mujeres relativamente acomodadas, en su mayoría, no quita el dedo del renglón ni evita la crítica cuando tiene que hacerla. Recalca una y mil veces que las mujeres obreras no buscan la igualdad con los hombres que están en las mismas condiciones que ellas (porque eso es seguir teniendo una vida de mierda), sino su liberación y mejores condiciones. Todo esto me lleva al siguiente punto.
3. La crítica de Angela es bastante valiosa
Hace ya meses leí La dialéctica del sexo. Este libro, escrito por Shulamith Firestone, una de las figuras principales en el feminismo radical. La dialéctica del sexo, es, además, una de las lecturas principales para adentrarse en el feminismo radical. Sí les recomiendo leerlo, principalmente porque trata al Género como una clase opresora, analiza de maravilla las relaciones románticas, el amor romántico y los trabajos de cuidado femeninos, pero, cuando yo lo leí, también hubo cosas que quise criticar. Luego les hablo de manera más extendida de él, pero ahora lo traigo a la cuestión precisamente porque Angela Davis lo critica en un punto. O, más bien, critica su manera de presentar al racismo como un derivado de la opresión de género, algo que en el libro de Firestone no tiene ni pies ni cabeza (pues ignora, completamente, las diferencias de clase). Así, como esa crítica, hay muchas en el libro.
Critica al feminismo como un movimiento escencialmente burgués y, en consecuencia, blanco. Remarca por qué muchas mujeres no se sienten identificadas con los movimientos de mujeres en su mayoría, al ser sistemáticamente ignoradas por ellos, al igual que sus necesidades. A pesar de apelar a los movimientos de finales de los setentas y principios de los ochentas, no ha perdido validez aún. La crítica al feminismo siempre debe ser bienvenida... pero ojo, dije crítica, no ataque. Los ataques a nadie les sirven, mientras que las criticas ayudan a avanzar y a evolucionar.
No tengo mucho más que decir en este punto, y es el final. Todas las razones por las cuales Mujeres, Raza y Clase es un libro interesante y valioso son únicamente tres razones, pero espero que sean tres razones lo suficientemente fuertes como para que el libro les interese.
Ahora mismo, no tengo ni la más remota idea de si se edita en español o en qué países se edita. Lamentablemente no creo que sea una edición que llegué a muchos lugares, si es que existe, así que para eso lo tengo disponible, completamente gratis, en inglés. Cuando hablo de libros de formación siempre me interesa que estén disponibles, al menos para todas aquellas personas que tienen internet. Lo pueden encontrar
aquí. Creo que ha sido una de mis mejores lecturas para finalizar el año.
Mujeres, Raza y Clase es un libro que requiere atención y, muchas veces, tiempo. No es un libro fácil, pero es un libro que vale todo el tiempo y el esfuerzo que gastes leyéndolo, eso puedo asegurarlo totalmente.