Sinopsis: El reconocido autor David Levithan cuenta la base de la verdadera historia de Harry y Craig, dos chicos de 17 años de edad que están a punto de participar en un maratón en el que se besarán durante 32 horas para establecer un nuevo Guinness World Record. Toda la novela es narrada por un coro griego de una generación de hombres homosexuales víctimas del SIDA. Mientras que los dos chicos cada vez más deshidratados y con falta de sueño, se les cierran los labios, se convierten en un punto focal en la vida de los otros chicos adolescentes que se ocupan de languidecer relaciones a largo plazo, al salir, el control por la identidad de género, mientras que la pareja besándose trata de averiguar sus sentimiento el uno por el otro.
No digo que sea el descubrimiento del año, pero me enamoré. En serio. Es un libro con una sucesión de palabras que cuentan una historia demasiado bonita que es especial precisamente por lo cotidiana que es. Excepto por los dos chicos que intentan romper el récord Guinness y que son el eje de la historia, las demás historias que se entrelazan son ese tipo de historias que cualquier ha vivido. Es la historia de esos novios que llevan tanto tiempo siendo novios que viven en una rutina, la historia de la primera cita, ese irremediable "quién carajos soy" de la adolescencia, el miedo a que los demás no te entiendan, el sentimiento de "nadie me hace caso y mis padres no me quieren".
Me ha gustado. Mucho. Un libro cortito que se lee en dos patadas con un poco de paciencia, con un final abierto que deja un buen sabor de boca. No es un libro profundo, o al menos a mí no me lo pareció. Está escrito de una manera tremendamente sencilla, con frases cortas, siempre desde la vista de una generación atrás, una generación que ha visto más y sabe un poco más de la vida. Ese fue, quizá, uno de los detalles que más me gustó: que los narradores saben que están viendo adolescentes, que conocen los errores de los adolescentes, pero no los juzgan demasiado, que aceptan que así es la vida y que cada quien tiene que cometer sus propios errores.
The first sentence of the truth is always the hardest. Each of us had a first sentence, and most of us found the strength to say it out loud to someone who deserved to hear it. What we hoped, and what we found, was that the second sentence of the truth is always easier than the first, and the third sentence is even easier than that. Suddenly you are speaking the truth in paragraphs, in pages. The fear, the nervousness, is still there, but it is joined by a new confidence. All along, you've used the first sentence as a lock. But now you find that it's the key.
No es un libro dramático, no apela al drama para hacerte enternecer. Hay drama, pero también hay romance, la felicidad del primer amor, los altibajos de una relación que ya dura años, las peleas y las formas que cada quien tiene de reconciliarse. Los celos de un adolescente y la desesperación de otro la ver como sus antiguos amigos lo denigran por salir con un chico. Ese lema que casi todos hemos esgrimido alguna vez de "la sociedad está mal" sin darnos cuenta de que somos parte de ella.
Es un libro precioso. Sin más. Muy muy recomendado.