Primer
tiempo
La
pasión de Erzebeth de Joel Alexandre
Cerré
el libro en este punto. El dueño del café había bajado la persiana metálica
hasta la mitad y nos invitaba a irnos. Mientras él despertaba al viejo, que se
había dormido con la copa de vino —todavía llena— en la mano, dejé sobre el
mostrados el importe de la cerveza para, seguidamente, salir del local.
Era
casi medianoche. De camino a casa me preguntaba: ¿es necesario que te declaren
muerto para inventarte una nueva vida?
Segundo
tiempo
Harry
Potter y el Cáliz de Fuego de J. K. Rowling
Dumbledore
alargó la mano y lo cogió. Lo extendió y miró el nombre que había escrito en
él. Hubo una larga pausa, durante la cual Dumbledore contempló el trozo de
pergamino que tenía en las manos, mientras el resto de la sala lo observaba.
Finalmente, Dumbledore se aclaró la gargante y leyó en voz alta:
—Harry
Potter.
Tercer
tiempo
La
llamada de los Muertos de Laura Gallego García
—Dana
no ha salido de la Torre en más de veinte años, Jonás. Ha hecho viajes a lomos
de Kai, sí, pero apenas se ha mezclado con la gente. Yo he visto cosas, he
vivido cosas. No creo en el destino.
Postre
La
Reina de los Condenados de Anne Rice
—[…]
Pero ella es la Reina de los Condenados y los Condenados no pueden vivir sin
ella. Enkil era sólo su consorte y por eso no tiene relevancia alguna que lo
haya liquidado y se haya bebido su
sangre hasta la última gota.
—La
Reina de los Condenados —masculló Marius por lo bajo. Había habido una extraña inflexión
en la voz de Maharet al pronunciar aquella expresión, como si los recuerdos
se hubiesen removido en su interior,
dolorosamente, de una manera atroz; recuerdos que el paso del tiempo no había difuminado.
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