Un grito a la medianoche,
teñido de palabras no dichas,
envuelto en amor que destroza,
impulsado por la soledad.
Un te amo escrito en la pared,
rodeado de piedra fría
e incomprensión.
Un cañón que dispara te quieros,
un anochecer que se cobija
con palabras de amor no dichas,
y amantes silenciosos.
Andrea Vega
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