¿Tiene
sentido parar una y otra vez de la necedad/necesidad amorosa de entendernos
amorosamente? ¿Dónde estamos parados? ¿Hemos resuelto? ¿Somos capaces de
enamorarnos como un proyecto de vida? ¿Somos capaces de ceder, de dar, de
entender, de escuchar? ¿Nos enamoramos por empatía, voluntad, arrebato, necesidad,
enculamiento, conmiseración, por intuición? ¿Nos enamoramos del otro al mismo
tiempo que el otro se enamora de nosotros? ¿Por qué destruimos lo que amamos?
No había ido
a la FILIJ 2012 porque no tenía dinero. O si lo tenía era contado. Así que
el 17 de Noviembre hace dos días salí de
mi casa —tarde— con el tiempo contado para llegar a la presentación del libro Palabras
Envenenadas de Maite Carranza (y el dinero contado, también). No contaba con
que el metro me jugaría una de sus trampas y se quedaría estancado en San Cosme
como diez minutos, cuando a mí me faltaba más de la mitad de la línea azul para
llegar al CNA, sede de la FILIJ así que llegue tarde cuando todos los lugares
de adelante estaban ocupados y no estaban hablando ya de Palabras Envenenadas,
sino de su reconocida trilogía La Guerra de las Brujas. Aun así, valió la pena.
Compré el
libro con el dinero que llevaba (¡y salió más barato de lo que esperaba!) y me
senté —atrás— a escuchar a Maite Carranza. Aun así, aunque llegue muy muy
tarde, me dio tiempo de alzar la mano y dar mi opinión de lo que me había
parecido Palabras Envenenadas («pero sin spoilers», me advirtió la autora).
A eso fui a
la FILIJ: a conocer a Maite Carranza, una autora que conocí con la Guerra de
las Brujas, y la historia de Anaíd, la Elegida y redescubrí con Palabras
Envenenadas, un libro total y completamente diferente a lo que había leído de
ella y que tengo que decir: me encantó. Me dio mucho gusto platicar un poco con
ella mientras me firmaba el libro y me decía «sigue leyendo así… y escribiendo,
porque de seguro escribes». (Eso después de que le dijera que me había leído
Palabras Envenenadas en un día).
Después de
preguntarle por algo que me había puesto en el libro y que me costó
descifrar fui a buscar Edebé para
hacerme con otro de sus libros: Magia de una noche de verano, en el que
curiosamente sale un C.C. (sí, el nombre es igual al amor de pelo verde que
tengo como encabezado, y como fondo, y en todo el blog). Como dijeron que Maite
iría a la editorial me senté cerca de allí y comencé a leer. Leí capítulo y
medio en lo que Maite llegaba. Me firmó también ese libro y me hizo leer la
dedicatoria en voz alta para asegurarse de que no me había escrito
jeroglíficos.
Después de
eso, con los ánimos muy por arriba fui a recorrer toda la FILIJ:
En SM no
encontré Comics de MdI y, como ya me había abastecido de libros de esa
editorial en la FIL Zócalo, no compré nada. En Planeta todo salía de mis
posibilidades. En Alfaguara vi Las ventajas de ser invisible, pero no lo
compré, esperando encontrarlo en su idioma original en una Gandhi. Y finalmente
en Random House tuve que dejar Tormenta de Espadas porque no le bajaron ni
mínimamente el precio.
Mi tercera y
última adquisición fue en Porrúa, de un libro que venía cazando desde hace
tiempo: el segundo volumen de la antología de cuentos de terror de Lovecraft,
de la colección Quarto de Hora. Después de eso, tuve que irme. Estaba en la
otra punta de la ciudad y en mi casa me esperaba la comida. Hice más del doble
de tiempo de regreso gracias a un metro que se paró en la mitad de las
estaciones y un camión al que le tocó todo el tráfico de la comida.
Acabé
comiendo a las seis, pero valió la pena: conocí a Maite Carranza, justo a lo
que fui a la FILIJ.
(Y así, he
conocido a otra de mis autoras favoritas…)
Sinopsis: Mientras los vientos del otoño desnudan los árboles, las
últimas cosechas se pudren en los pocos campos que no han sido devastados por
la guerra, y por los ríos teñidos de rojo bajan cadáveres de todos los blasones
y estirpes. Y aunque casi todo Poniente yace extenuado, en diversos rincones
florecen nuevas e inquietantes intrigas que ansían nutrirse de los despojos de
un reino moribundo. George R.R. Martin continúa sumando hordas de seguidores
incondicionales mientras desgrana, con pulso firme y certero, una de las
experiencias literarias más ambiciosas y apasionantes que se hayan propuesto
nunca en el terreno de la fantasía. Festín de cuervos, como la calma que
precede a la tempestad, desarrolla nuevos personajes y tramas de un retablo
tenso y sobrecogedor.
Las bodas se
han vuelto más peligrosas que las batallas, con dos reyes asesinados a traición,
uno de ellos en su propia boda, lo que queda es un Festín para los cuervos. Y
mientras en Desembarco del Rey coronan a otro rey y un hijo asesina a su padre,
la Mano del Rey, en Pyke el trono se ha quedado sin rey y la asamblea de
sucesión es convocada.
El norte se
ha quedad sin un rey al que seguir, y el Muro ha perdido a su maestre. En
Desembarco del Rey las intrigas no se hacen esperar y Cersei Lannister,
pensando en demostrarles a todos ser digna hija de su padre, Tywin Lannister,
renueva al consejo ahora que la Araña ha desaparecido, la Mano ha muerto, y que
el Gnomo ha huido. Sin embargo, no todo puede ser felicidad cuando se ven
conspiradores en cada esquina, y se buscan aliados en los lugares equivocados.
Cersei va de estupidez en estupidez, ayudada por su consejo de
ciegos, sordos e imbéciles. Siempre supe que llevaría el reino a la ruina y se
autodestruiría, pero no imaginaba que fuera a darse tanta prisa.
En Dorne, al
Sur, las Serpientes de Arena, hijas bastardas de Oberyn Martell desean una
guerra que no les es concedida. Y tal vez Arianne heredera de Doran, crea que
la corona y el trono de hierro le pertenecen a la hermana mayor del rey,
destinada a casarse con su hermano, Trystane.
Hasta el
momento, el libro más denso de Canción de hielo y fuego, no por eso menos
interesante (aunque sí más tardado de leer). Cersei Lannister pelea para
mantener a su hijo en el trono de hierro, un hijo al que lo único que le
interesa de ser rey es estampar su sello en las cartas. En Dorne, ahora que
Oberyn ha sido asesinado —defendiendo al Gnomo y vengando a su hermana Elia—,
la gente clama por una venganza que nadie sabe si llegara. En Pyke la hija de
Balon Greyjoy reclama su derecho al trono en una sociedad profundamente
machista, sabiendo que sus tíos se le opondrán. Y finalmente, Samwell Tarly se
aleja del mundo, llevándose al Maestre Aemon y a Eli lejos de las conjuras de
la mujer roja para convertirse en Maestre en Antigua.
Fue el lunes que me enteré de esta grata sorpresa y de la existencia de este proyecto, llamado Voz y mirada. ¡Me ha gustado mucho su propósito!, además de que constituye otra manera de acercarse a la poesía.
Voz y Mirada de España y América ha sido, desde octubre 2009, un encuentro de sensibilidades y voluntades en la lengua española.Todo en el ritmo vertiginoso de Internet pero con la voluntad de reflexionar, de hacer un alto en el camino y recoger la flor imposible del asombro: estoy vivo, ahora y aquí, en un mundo que cada vez se hace más pequeño, donde las distancias se suprimen y se conquista, en la voz y la mirada, el sentido profundo del ahora, la dimensión esencial del aquí.
Lo conocí de una manera muy curiosa y a la vez, muy bonita: María García Esperón grabó uno de mis poemas (publicado en Mi más profundo ser). Realmente es una sensación muy agradable la de oír mi propio poema.
Y ahora, para que lo disfruten ustedes:
Te amo.
Por la mañana.
Por la tarde.
Por la noche.
Al mediodía.
Qué importa.
Te amo.
Eres mío.
Mío. Mío.
Sólo mío.
Te amo.
En el desayuno.
En la comida.
Qué importa.
Te amo.
Mío, mío.
Sólo mío.
Suena bien.
Amor.
Te amo.
A las diez,
y a las once,
y a la medianoche.
No importa.
Te amo.
Sea la hora que sea.
El día que sea.
El momento que sea.
Hay algo que tengo claro.
Te amo.
Te amo.
Te amo.
Todos los días.
A todas horas.
A cada segundo.
Eres mío.
Tú solito.
Mío, mío.
Y yo te amo.
(Leer la entrada dedicada a este poema en Voz y mirada: aquí)
Era la una y tantito más y ya estaba en la FIL el 20 de Octubre. Impaciente, bastante. También emocionada y poco más. Lo más probable era conocer a Bell (de Estrella en Potencia, si no saben quien es) y mientras esperaba estaba revisando dos anaqueles completos de Porrúa, a ver si los libros de Salgari se dignaban a aparecer.
Al final me encuentro con Bell en SM revisando libros y quejándome la falta de Laura Gallego por allí. Nuestro encuentro fue extraño, porque yo había olvidado completamente eso de darle referencias y ella sólo me había dicho que iba de rojo. Total, me reconoció por el cabello y yo porqué voltee en el momento exacto y dije… “¿Bell?”
La prueba: Bell y yo antes de despedirnos
Pues eso: la conocí. Una persona muy agradable, y todo. Platicamos un rato, yo compré unos libros en SM y Bitterblue en Random House mientras ella se afianzaba Carrie y yo me mordía la lengua para no contarle el final de Dónde los árboles cantan o de Danza de Dragones… Me tuve que ir rápido a comer. Más o menos a las dos y media y allí se acabó un día en la FIL Zócalo.
Todos los libros que compré, doce o trece.
Volví a la semana siguiente, después del estrés de los exámenes y me compré varios libros más. El 27 de octubre no paso nada memorable, más que Xavier Velasco presentó su libro La edad de la punzada y yo no asistí. Quise darme de topes por no haber ido, pero sobreviví al enterarme que al día siguiente María García Esperón, escritora mexicana muy talentosa, presentaría su último libro: El anillo de César.
El 28 d Octubre, día de San Judas, me armé de tripas corazón y pasé justo por Hidalgo, donde se congregan la mayoría de los fans de San Juditas, que no son pocos y me dirigí al Zócalo antes de las doce para pasar al stand de Ediciones El Naranjo a comprar el libro y llegar al foro Reguilete con tiempo para coger un buen lugar antes de la presentación.
Finalmente compré dos libros: El anillo de César y Copo de algodón, de la misma autora y me dirigí al foro Reguilete. Yo llevaba tres libros y no sabía si la autora, María, consentiría en firmarme los tres, pero me dio exactamente igual. Me senté hasta adelante, en medio, porque la gente no aparecía… y yo llegué demasiado temprano.
La presentación dio comienzo.
María García Esperón, una persona muy sencilla, con quien yo ya había hablado con anterioridad, pero no había tenido oportunidad de conocer, leyó el primer capítulo del libro, que también puede ser el último con una magnífica voz, hay que decirlo. Ni mi padre, que se jacta de ser un buen orador, lee así, con esa emoción.
Después habló el Sr. No Quiero, ilustrador del libro, creador de increíbles ilustraciones que complementan el libro. Nos habló un poco de sus ilustraciones, aunque se ve que lo suyo, lo suyo, es ilustrar, y se le da de maravilla.
Al final, el público interactuó un poco, y desde niños que felicitaban a María por escribir tan bonito, hasta yo, que pregunté por qué escribir por la muerte de César, hasta mi padre, que hizo varias preguntas y quien se atrevió a comparar la muerte de Julio César con la de Madero.
María y yo :D
Una presentación muy bonita, muy interesante, porque María es una oradora excelente y una persona muy interesante. Finalmente me firmó El anillo del César mientras me miraba con curiosidad y aseguraba que me conocía. Yo se lo confirmé “Soy Andrea Gómez”. Sonrió y mientras me Firmaba Sibila me preguntó donde lo había conseguido y le decía a mis papás que yo tenía mente de escritora (aquí su servidora se sonroja). Le pregunté sobre El disco del cielo, otro de sus libros, disponible en Cuba y me tomé varias fotos. (Aquí el enlace a su página web, aparezco en las fotos)
Aquí el vídeo de la lectura. Disculpen la orientación de la cámara al principio, estaba peleando con ella. También disculpen los llantos del bebé de atrás y mi pulso.
Hablamos un poco con su esposo, Iracheta, mientras terminaba de firmar libros y finalmente tuvimos que despedirnos. Al final, resultó ser una FIL de lo más interesante.
“Los hombres mueren porque no son capaces de unir el principio con el final”